Escribe: José Luis Latorre
@jllatorref
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(ver también: “QUE TANTA PAZ TE LLEVES, COMO DESCANSO DEJAS”)
“Cultiva sólo aquellos hábitos que quisieras que dominaran tu vida” (E. Hubbard)
El ser humano desde el seno materno recoge toda una carga genética de generaciones anteriores, de sus padres y ancestros, esa carga genética está llena de tradiciones y costumbres, esto hace que determinadas tradiciones y costumbres nos resulten más agradables de ver y compartir a lo largo de nuestra vida, y este es el motivo por el que acogemos dichas tradiciones con mayor facilidad y las hacemos nuestras. Durante la historia de la humanidad otras tradiciones y costumbres se han ido perdiendo hasta llegar a nuestras sociedades “evolucionadas”.
Somos lo que dijo Ortega y Gasset “Yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo”.
Nuestros padres y educadores nos han trasladado los usos y costumbres y nos han enseñado a ver los símbolos e interpretarlos. Todos sabemos interpretar símbolos, señales de tráfico, escritos, pintura, fotografía, símbolos numéricos,… el saber interpretar símbolos lo aprendemos desde la más tierna infancia, un bebé cuando ve un biberón interpreta comida, se trata de nuestras costumbres más primarias, hoy escribiré sobre la tradición cultural.
La tradición cultural es aprendida, es simbólica, es compartida, está pautada y el ser humano la utiliza creativamente. Hoy voy a escribir de una tradición que personalmente y porque la he vivido desde la infancia la encuentro muy bella.
“El libro es fuerza, es valor, es poder, es alimento; antorcha de pensamiento y manantial de amor” Rubén Darío
Desde el siglo XV, el 23 de abril se celebra cada año en Catalunya “La Diada de Sant Jordi”
Sant Jordi es patrón de Catalunya desde el años 1094 y para los catalanes es nuestro héroe protector que venció al Dragón y salvó a la princesa, símbolo de la victoria entre el bien y el mal. Al pasar los años está tradición se fue convirtiendo en lo que es ahora; una festividad en que las mujeres y hombres que se quieren, intercambian un libro y una rosa. Siempre me ha parecido que no hay nada más simple y por simple hermoso que intercambiar belleza y cultura, como cualquier tradición tiene su origen en varias leyendas, siendo esta la que más me gusta:
“Había un dragón que atemorizaba la pequeña localidad de Montblanc, situada en el sur de Cataluña. Para evitar sus feroces ataques, se le entregaba una joven doncella cada día, que se escogía mediante un sorteo popular. Hasta que un buen día, el peso del sacrificio recayó sobre la princesa, quien fue entregada a la bestia, cuando estaba a punto de ser devorada, apareció Sant Jordi, un valiente caballero que luchó contra el dragón y lo venció, clavándole la espada en el corazón, y rescatando así a la bella princesa, acto seguido, de la sangre que fluyó del corazón del dragón, nació una rosa roja”. De ahí la tradición de regalar una rosa roja a las mujeres, la tradición del libro vino después…algunos creen porque la princesa le escribió un poema de amor al caballero.
La leyenda como tal, es como muchas otras, para mí lo que la leyenda ha transformado en tradición y costumbre, es lo realmente hermoso, el intercambiar un libro y una rosa…
Muchas veces me han preguntado el porqué de sólo una rosa y una espiga y no un ramo u otra flor, si se lo regalas a la persona amada…
“He mirado a las rosas y me he acordado de ti” Juan Ramón Jiménez
El motivo es simple, una única flor porque simboliza la exclusividad del amor por parte del enamorado, el color rojo de la rosa que simboliza la pasión y la espiga de trigo que simboliza la fecundidad, en cuanto al libro simboliza cultura y el alimento de conocimientos, creamos e interpretamos símbolos. Para Conrad P. Kottak (Antropólogo), los humanos somos animales cuya única particularidad antropológica nos viene dada porque estamos organizados por nuestra exposición a las tradiciones culturales. Es decir que tenemos cultura y esto es gracias a su capacidad de crear e interpretar símbolos lo cual es una de las características que nos distingue.
“Un día especial no lo es por regalar una rosa, sino que regalar una rosa hace que un día pueda ser especial “
En Catalunya el día 23 de Abril, las mujeres reciben una rosa de sus Parejas, Hijos/as, Padres, Amigos e incluso compañeros de trabajo, es una fiesta que además es fiesta de Bienvenida a la Primavera, después del oscuro invierno, e invita a pasear y a disfrutar de las ciudades y los pueblos, es una jornada en la que los símbolos que se transmiten son de Amor, Respeto y Cultura.
“Un Hombre quiere ser el primer amor de su amada, una mujer quiere que su amado sea el último amor”
En este momento convulso y tendente a la desunión entre seres humanos, en que todo el mundo habla de globalización, hay tradiciones como esta que por hermosas deberían globalizarse, manteniendo la sencillez con que se celebra en la actualidad en Catalunya, estoy convencido que este tipo de símbolos la humanidad entera los haría suyos y nos harían al menos por un día a disfrutar este tipo de símbolos, tradiciones y costumbres.
En todas las ciudades y pueblos de España y de cualquier lugar del mundo, existen tradiciones que puestas en común nos enriquecerían como seres humanos, y nos ayudarían a superar la crisis actual de valores y el respeto hacia las creencias y costumbres del resto de la humanidad.
El año próximo el 23 de abril es una buena fecha para conocer mí tierra, si no la conoces.
“Las cadenas de la costumbre son tan sólidas que no se sienten, hasta que se vuelven tan fuertes que nadie las puede romper”
Ben Jonson (Dramaturgo y poeta)
