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¿Dónde quedó el fuego lento en la cocina?

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[vc_row][vc_column][vc_column_text]logo-coi-retinaN.E. Hace unos días celebramos en Madrid Insurance World Distribution Challenges donde más de 200 profesionales nos reunimos y debatimos sobre modelos de negocio, innovación, talento, liderazgo y también sobre una idea que importa resaltar, el seguro, por encima de cualquier otra, son emociones.

En este sentido, comportamientos, sentido de la vida, la búsqueda de la vida saludable y su protección son elementos esenciales de una actividad milenaria.

[Tweet «El seguro, por encima de todo son emociones»]Se pusieron muchos ejemplos alrededor de esta idea central, seguro y emociones, el seguro y el internet de las cosas, seguro y salud, seguro y prevención, seguro y vida… En este contexto ofrecemos a nuestros lectores un excelente artículo del Nutricionista Edgar Indurria Jiménez que se alinea con las recomendaciones de lo importante que es la alimentación en la prevención de la salud y el desarrollo de una vida saludable . Community of Insurance defiende otra forma de estilo de vida.

El autor, se presenta él mismo.[/vc_column_text][vc_separator color=»green» border_width=»5″][vc_column_text]edgar2Mi nombre es Edgar y me encanta comer. Además me encanta cocinar. Tras estudiar nutrición empecé a entender que existe una relación directa entre mi salud y la manera de alimentarme. Esta reflexión puede parecer obvia pero tengo la sensación de que suele estar a la sombra. A día de hoy sigo estudiando sobre la relación entre la alimentación y el estado del organismo y no hago más que recoger más certezas sobre como somos capaces de mantener, empeorar e incluso recuperar el bienestar físico mediante la alimentación.[/vc_column_text][vc_separator color=»green» border_width=»5″][vc_custom_heading text=»Por Edgar Indurria Jiménez» font_container=»tag:h3|text_align:left|color:%23dd3333″][vc_column_text]En pleno siglo XXI tengo la sensación de que el mundo gira cada vez más deprisa. Se busca obtener resultados en el menor tiempo posible en cualquier ámbito y esto influye de manera directa en la manera en que nos alimentamos.

Vivimos una época sin precedentes, una epidemia que avanza sin descanso y casi sin hacer ruido asola nuestro planeta, es la obesidad. La obesidad y sus enfermedades asociadas (hipertensión, diabetes tipo II, cardiopatías, cánceres, problemas hepáticos, dolencias osteomusculares, etc) no deja de aumentar pese a los esfuerzos que se dedican desde hace décadas para combatirla. Y el ritmo de vida que se lleva hoy en día no ayuda.

Es por eso que titulo esta entrada con la pregunta, ¿dónde quedó el fuego lento? Se nos ha vendido, y hemos comprado la falsa creencia de que cocinar es una pérdida de tiempo cuando en realidad resulta ser todo lo contrario. Hipócrates, el padre de la medicina occidental decía, “que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento”. A día de hoy hemos conseguido darle la vuelta a esa célebre frase y crear productos que enferman. Y digo productos porque no son ni de lejos alimentos. Son, eso si, muy apetecibles, sabrosos, baratos, fáciles y rápidos , sobre todo muy rápidos. Todo está estudiado al detalle; el sabor, la textura, los aromas, la manera de comerlo, dónde situarlos en el supermercado, el que luego te apetezca más, que no te sientas saciado, son claves que la industria alimenticia maneja al dedillo.

¿Y por qué enferman?

Para responder a esa pregunta es importante reconocer tres ingredientes clave en eso productos rápidos: Sal, azúcar y grasas trans.

Estos tres ingredientes contribuyen al progresivo deterioro de tu salud. Niveles altos de azúcar en sangre se asocian con mayor riesgo de cáncer, diabetes tipoII, obesidad, caries, síndrome metabólico. Las grasas trans afectan muy negativamente al sistema nervioso y la sal se asocia con la hipertensión entre otras consecuencias. Este cóctel de ingredientes sumado al hecho de que la dieta mediterránea está quedando cada vez más en el olvido y el sedentarismo y el estrés están de moda, da como resultado una población enferma y cada vez a edades más tempranas.

Por eso hago un llamamiento al Fuego Lento, que no es más que retomar nuestra relación con la cocina. Este es un primer paso para generar salud en cada casa. Cocinar y comer alimentos, no productos alimenticios. De esta manera te aseguras de estar invirtiendo tu tiempo en salud. Pasar tiempo cocinando con tus hijos es la mejor herramienta para que en ellos se asienten las bases de la alimentación saludable. Soy consciente de lo difícil que resulta deshacerse de todos esos productos tan atractivos pero si poco a poco lo vas haciendo e instauras en tu día a día el consumo de verduras, frutas, frutos secos, legumbres, cereales integrales, huevos, carnes y pescados verás que ante ti se abre un mar de posibilidades que llevamos siglos disfrutando y estamos perdiendo. Pero no es tarde, tan solo tienes que poner un poco de tu parte y darle a la cocina el valor que se merece.

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Bibliografía:

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  • Why does obesity promote cancer? Epidemiology, biology, and open questions. Mazzarella L1.
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  • The proportion of total C18:1 trans-fatty acids in red blood cell membranes relates to carotid plaque prevalence. Herreras Z1, Cofán M2, Catalan M1, Calvo C2, Pinyol M1, Amor AJ3, Gilabert R4, Ros E2, Sala-Vila A5, Ortega E2.
  • New data on harmful effects of trans-fatty acids. Ginter E, Simko V.
  • Impact of Salt Intake on the Pathogenesis and Treatment of Hypertension. Rust P1, Ekmekcioglu C2.[/box]

 

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