- Cambios geopolíticos, nuevas regulaciones, los ESG o el euro digital: principales retos del sector financiero
- La gestión de riesgos va a estar marcada por estos desafíos en los próximos meses, y es necesario que la industria financiera establezca estrategias para prevenir y mitigar sus posibles consecuencias.
- El Data Science como solución: los modelos de análisis y predicción de riesgos a partir de las nuevas tecnologías van a ser imprescindibles para crear un entorno financiero seguro.
La gestión de riesgos está siendo un pilar fundamental para la estabilidad y seguridad del sector financiero. Especialmente, en un contexto marcado por la digitalización, la aparición de nuevos actores, una creciente presión regulatoria y un entorno económico y geopolítico en constante cambio. Y es que, gracias a estas estrategias, es posible anticipar, prevenir, evaluar y mitigar amenazas potenciales, garantizando que las empresas e instituciones del sector, así como sus clientes, estén más preparados que nunca frente a los retos presentes y futuros. En este proceso, las herramientas tecnológicas jugarán un papel fundamental para el acceso, análisis y predicción de riesgos.
Así lo ha destacado Mikel Aguirre, responsable de Single Risk de Coface en España y Portugal, durante su intervención en la mesa redonda ‘Perspectivas y Estrategias para una Gestión de Riesgos Sólida en un Futuro Financiero Sostenible’ de la CMS Finance Week, encuentro anual celebrado en Madrid y Barcelona que reúne a los principales actores del ecosistema financiero, integrado por bancos, firmas de inversión y compañías de seguros que gestionan y respaldan el flujo de capital.
Junto a otros expertos del sector, Aguirre ha analizado la situación actual del sector y ha compartido las bases de una gestión de riesgos sólida para enfrentar los desafíos de un entorno en continua evolución. Para ello, ha abordado los riesgos emergentes que están remodelando este ecosistema, y ha expuesto las soluciones más efectivas para crear un entorno más seguro y preventivo.
La geopolítica, nuevas regulaciones, los ESG o el euro digital: principales desafíos a tener en cuenta
En su análisis de riesgos inmediatos, el responsable de Single Risk de Coface ha posicionado a la geopolítica como uno de los factores más desestabilizadores. Conflictos como la guerra de Ucrania, la situación en Oriente Próximo, las próximas elecciones de Estados Unidos y su competencia con China, o la llegada de países emergentes que comienzan a ganar presencia en la macroeconomía mundial, podrían exponer a las instituciones financieras y a sus clientes a diversos desafíos en los mercados en los que operan: disminución de inversiones, alternaciones en los flujos de capital, cambios en los volúmenes de exportación, imprevistos en las cadenas de suministro, riesgo de impagos…
También ha mencionado como desafío la regulación que afecta a la gestión operativa de las empresas del sector financiero. Es el caso del reglamento DORA (Digital Operational Resilience Act), que impone estrictas normas de ciberseguridad y gestión de riesgos tecnológicos, exigiendo a las empresas fortalecer su infraestructura digital, o la nueva normativa CRR III (Capital Requirements Regulation) la UE, que introduce estándares más rigurosos de capital y liquidez, lo que obliga a las instituciones a tener reservas financieras más sólidas. “Cumplir con ambas implica inversiones significativas en tecnología, cambios operativos y ajustes en la gestión del capital, aumentando los costes y la complejidad operativa”, ha apuntado el experto de Coface.
Otro de los aspectos fundamentales que podría marcar el futuro financiero es el euro digital, que el Banco Central Europeo (BCE), junto con los bancos nacionales de la zona euro, está estudiando. Se trataría de un equivalente electrónico del efectivo y sería un medio de pago adicional a los billetes y monedas actuales. Se podría utilizar en cualquier lugar de la zona euro y, según el BCE, ofrecería seguridad y privacidad, y supondría un avance en una sociedad cada vez más digitalizada. Sin embargo, en caso de entrar en vigor, supondría un reto muy importante para el sector financiero, que tendría que adaptar sus procesos y estructuras a esta nueva moneda, sobre todo, con el objetivo de que sea segura y no sea objeto de fraude.
Junto a este, Aguirre ha añadido otro reto: los criterios ESG (environmental, social and governance), que abordan la sostenibilidad desde el punto de vista medioambiental, social y como parte de las políticas de gobierno, tanto públicas como privadas. Y es que, además de ser un requisito indispensable en el sector financiero a la hora de operar, también se ha convertido en una nueva fórmula de inversión, suponiendo un gran desafío para el sector, al tratarse de nuevos activos para gestionar que se escapan de la operativa tradicional. En este sentido, ha indicado que “la financiación y cobertura de proyectos con criterios ESG marcará los próximos años, ya que es bueno para el planeta y muchos índices bursátiles mundiales ya los incluyen, como el Dow Jones Sustainibility Index, además de algunos ratings internos”.
Tecnología: riesgo y solución
La tecnología ha sido uno de los temas más destacados en la sesión por su doble papel protagonista en la gestión de riesgos, ya que representa, por un lado, una fuente de vulnerabilidades, y, por otro, por ser una herramienta indispensable para mejorar la precisión en la predicción de riesgos.
Así, el experto de Coface ha resaltado cómo la creciente digitalización presenta nuevos desafíos, especialmente en términos de ciberseguridad y fraude digital, complejidad en la privacidad de los datos, prevención del blanqueo de capitales o, simplemente, por el surgimiento de nuevos perfiles de demanda distintos a los tradicionales. Unos ámbitos que no solo instan a las entidades financieras a adaptar sus sistemas y protocolos de seguridad constantemente, sino que también exigen una gestión y un desarrollo de capacidades digitales constante.
Sin embargo, la tecnología es también la solución. La digitalización facilita la recolección, cruce, análisis y simplificación de información no estructurada de clientes y no clientes, y permite ajustar los modelos tradicionales de evaluación de riesgos para adaptarlos a las nuevas demandas del mercado. Como ha destacado Aguirre, «este salto cualitativo y cuantitativo en la predicción de riesgos gracias al Data Science ayuda en la toma de decisiones comerciales, crea modelos de pricing ajustados, supone mejoras en la gestión del fraude y contribuye a la realización de pruebas de estrés para anticipar posibles pérdidas, optimizando, así, la planificación de mitigación”. “Aunque hay varios ejemplos de los últimos cuatro años, como la pandemia del COVID, la invasión de Ucrania o varios desastres naturales que no vieron venir ni los más expertos analistas”, ha añadido.
En este sentido, el responsable de Single Risk de Coface ha concluido su participación indicando que “en un entorno en el que los cambios se producen a gran velocidad, las estrategias deben ser, usando las herramientas tecnológicas a nuestra disposición, el análisis y prevención de potenciales riesgos futuros para crear un entorno financiero seguro. Eso será clave para que los particulares, empresas y actores públicos puedan crecer en los próximos años”.
En esta misma línea de tecnología e innovación en el sector, Daniel Alcojor, responsable de Desarrollo de Negocio para Información Comercial de Coface, participó en la ponencia ‘¿Cómo pueden las instituciones financieras optimizar sus sistemas de Risk Scoring para una evaluación más precisa y eficaz en las distintas fases del crédito?’ dentro de esta Finance Week, en la que se trataron las últimas tendencias en innovación. Hablamos de la IA, el machine learning o los nuevos modelos de scoring más precisos, en tiempo real y personalizados. Todas estas herramientas serán fundamentales a la hora de predecir y gestionar riesgos, lo cual está derivando en nuevas regulaciones en el sector, además de cambios en el comportamiento del consumidor.
“Adaptar la estructura financiera a toda esta innovación es un gran desafío, pero sin duda hará la industria mucho más fuerte y eficaz para la sociedad. Además, todas estas nuevas herramientas basadas en la IA tendrán impacto en las crisis financieras, pues permitirán predecirlas y gestionarlas mucho mejor”, señaló Alcojor.