El e-learning rompe con la tradicional cultura del presentismo y avanza hacia un modelo más alineado con objetivos.
El e-learning continúa progresivamente ganando terreno al aprendizaje presencial. Según el informe de la consultora española Élogos, esta modalidad supuso el 16% del sector de la formación en España durante 2008.
Las grandes empresas han sido los principales usuarios de la formación a través de las nuevas tecnologías
Las grandes empresas han sido los principales usuarios del e-learning (20,3% de la formación impartida), por delante de las administraciones públicas y agentes sociales (14% ).
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) son el área formativa principal, un ámbito en el que el e-learning supera el 25% de las clases impartidas. Detrás están la formación en Prevención de Riesgos Laborales y Productos, Servicios y Procesos.
Si a estos resultados les sumamos la modalidad blended, en la que el e-learning se combina con formación presencial, llegamos a una media del 21,9% de la formación impartida con parte o la totalidad de los contenidos online. La formación del futuro parece acercarse cada vez más a este modelo, en el que se ponen en juego las posibilidades de unos y otros métodos para combinar sus ventajas: la rapidez y flexibilidad del e-learning con la capacidad para debatir los contenidos y comentar dudas que proporciona la formación presencial.
Por otra parte, el estudio titulado El estado del arte de la formación señala que la inversión en formación en España ascendió a 2.095 millones de euros en 2008, un 2,24% más respecto al 2007. Además, el 66,92% de esta cantidad (1.402 millones de euros) corresponden al mercado externalizado de formación continuada, que ha aumentado su volumen en un 2,86% .
Menos horas y más inversión
Según este estudio, el modelo de formación vigente en España aprovecha la crisis para reajustar algunas de sus deficiencias, mostrando un cambio de modelo. Así, por primera vez en los últimos años, desciende el número de horas por trabajador (de 34 a 32 en las grandes empresas), aunque la inversión sigue aumentando ligeramente, de 353 euros a 370 euros por trabajador.
Parece que, tal y como ha ocurrido en otras áreas de los Recursos Humanos, la formación evoluciona desde la cultura del cumplimiento de las horas y el presentismo a un modelo más alineado con objetivos. Ahora los cursos son más cortos pero requieren más componentes tecnológicos (contenidos multimedia, foros de aprendizaje…) y una mayor preparación, para asegurar que lo aprendido por el alumno es útil para las exigencias de su puesto de trabajo.
De esta forma, toman especial relevancia los sistemas de gestión de la formación, en los que las nuevas tecnologías (Talent Management Systems, Learning Managent Systems, etc.) permiten obtener mejores informes, control en tiempo real, y diseños personalizados, optimizando los procesos y reduciendo los costes.