Juan José Lecanda comenta en el artículo la excelente evolución de los accidentes graves en los últimos 5 años.
Al inicio del 2009 nos encontramos con pocos buenos datos con respecto al cierre del 2008 y unos augurios muy pesimistas para el año en curso. La recesión económica profunda, con tendencia a la depresión lleva sin embargo algunas beneficiosas consecuencias.
El Libro Blanco de la C.E.E. planteaba en el año 2002 la reducción a la mitad del número de muertos en carretera entre 2003 y 2008. En aquel momento se consideraba que era más un deseo que un objetivo alcanzable, incluso en el Ministerio del Interior.
Sin embargo transcurrido el quinquenio 2003-2008, los datos oficiales relativos a los siniestros en las carreteras (contabilizados a las 24 horas del accidente y sin incluir las zonas urbanas), presentados estos días son los siguientes:
|
ACCIDENTES |
MUERTOS |
HERIDOS GRAVES |
HERIDOS LEVES |
AÑO 2003 |
3.443 |
4.029 |
2.077 |
1.970 |
AÑO 2007 |
2.415 |
2.741 |
1.150 |
1.213 |
AÑO 2008 |
1.929 |
2.181 |
866 |
938 |
DIFERENCIA 07/08 |
(486) |
(560) |
(294) |
(282) |
% DIFERENCIA 07/08 |
20,10 |
20,40 |
25,55 |
23,25 |
% DIFERENCIA 03/08 |
44.00 |
46.00 |
58.00 |
52.00 |
Como puede observarse, la reducción de accidentes y muertos casi alcanza la mitad mientras que las superan las de Heridos Graves y Leves.
Los datos oficiales indican otros aspectos relevantes:
– Las mayores reducciones se han producido durante 2008
– Las cifras del año pasado son inferiores a las de 1965 cuando había 2 millones de vehículos mientras ahora hay 30 millones de vehículos.
– Todavía tenemos una media de 6 muertes diarias (11 en el año 2003).
De todo ellos puede deducirse que ESTAMOS EN EL BUEN CAMINO.
Aunque todavía las tragedias son tremendas, es obligado constatar la favorable realidad y especialmente su tendencia.
¿Cuáles han sido las razones básicas?: en mi criterio, por fin se ha producido la necesaria y deseable confluencia de FACTORES SOCIALES Y DE LAS MEDIDAS PROMOVIDAS POR LAS INSTITUCIONES.
El carnet por puntos de Julio 2006 y el endurecimiento de las penas por infracciones han calado en la Sociedad, que, por convicción y necesidad, ha modificado de forma paulatina pero constante su percepción del riesgo y también sus hábitos.
¿Y a partir de ahora qué cabe esperar?: se leen consideraciones de que puede producirse un “efecto rebote” por la suavización de la tensión aplicada. Me parecen prudentes y lo hables todas las cautelas. Es evidente que se necesita seguir incidiendo en factores tales como:
– La adopción de medidas en cuanto a más radares
– Mejora de carreteras en especial las comarcales y en los puntos de acumulación de accidentes.
– Trabajo profundizar en el análisis de los factores tecnológicos y su repercusión en los accidentes
– La información y constante comunicación de los riesgo s en las zonas de llegada de las salidas masivas y de fines de semana
– Sensibilización a los jóvenes
En mi opinión, durante al menos el año 2009 va a seguir produciéndose una apreciable mejora de la accidentalidad grave y leve con resultado de muertes y daños corporales, especialmente por una situación económica de clara recesión con notable reducción del uso de los vehículos. Hay quien dice que los viajes a zonas próximas van ha aumentar en los periodos de vacaciones, pero siendo ello probable considero que ello no descompensara el efecto de la global menor exposición al riesgo.
En consecuencia, los accidentes graves irán por “buen camino” también en el 2009. Se deberían mejorar los datos al menos en un 10%.
Evidentemente, esta tendencia, que espero se confirme, sería una buena noticia para todos, incluido el sector asegurador. Quizás en otro artículo comente la repercusión de todo ello en las Entidades Aseguradoras que en cualquier caso tienen su reto de resultados más en la gestión del gasto y en la política de precios, así como
en el mantenimiento de los clientes a través de mejoras en el servicio. Pero esa es “otra historia”.