Un grupo de investigadores coordinados por el centro tecnológico alemán Fraunhoffer, está aplicando la realidad virtual y el diseño emocional a la compra de coches a distancia. Y es que este producto es uno de los que resultan más complicados de vender por Internet e incluso en concesionario, por la gran cantidad de modelos y accesorios disponibles.
El proyecto de investigación, conocido como Cater, está financiado por la Comisión Europea. Su objetivo es crear un sistema que permita al usuario introducirse virtualmente en el coche y sentirse como si lo estuviera realmente conduciendo y tocando. En un principio, está preparado para que los concesionarios lo pongan como opción para probar diferentes modelos y variaciones.
El dispositivo tiene un coste de entre 10.000 y 12.000 euros y va unido a una herramienta de diseño emocional que permite a los compradores definir qué es lo que buscan en un coche. Esta parte del proyecto está siendo desarrollada en Malasia y se basa en mostrar al usuario imágenes de objetos cotidianos que reflejan ciertos sabores y sentimientos con el fin de conectarlos con las diferentes características del coche.