He participado como ponente y asistente en las jornadas sobre La Crisis y el Seguro, organizadas por INESE e IMAF, desarrolladas en Madrid (10 de marzo) y Barcelona (17 de marzo), y dirigidas especialmente a los Mediadores de seguros.
Globalmente diría que han estado mejor de contenidos que de asistencia. Debería ser motivo de reflexión.
Ricardo Lozano, se constata que “tiene el sector asegurador en su ordenada cabeza”, está comparativamente orgulloso del mismo, asume sus debilidades (imagen del sector, visualización del servicio,…) y se muestra razonablemente optimista con respecto a la afectación de la crisis al seguro por el punto de partida y su solidez.
Estoy de acuerdo con su diagnóstico, aunque yo incidiría en varias necesidades:
– Aprovechar las circunstancias para desarrollar junto con el sector financiero ó sin él un gran plan de Información y formación de los clientes en relación con las características de los Productos, especialmente los sofisticados. La experiencia de la Directiva Europea de los productos financieros es lamentable. La responsabilidad de los “batacazos” corresponde a los compradores de los Productos, es cierto. No hay responsabilidad profesional de los Asesores Financieros ni los Corredores de Seguros de consecución del “buen fin” de una inversión ó un seguro de Vida Ahorro, Ahora bien, en mi opinión, una gran parte del problema se da por la codicia humana de obtener rentabilidades ajenas a una lógica y la laguna de formación financiero-aseguradora. Creo que el Director está de acuerdo… aunque no es fácil adoptar medidas eficaces. Es un deber intentarlo.
– Creo que la Profesionalización y “Empresarización” de la Mediación siguen siendo no suficientes. Basta señalar que hay 5000 Corredores/Corredurias de las que sólo ¿1000? tienen ingresos superiores a los 100.000 euros y que de los 87.045 Agentes Exclusivos sólo 8.700 tienen una cartera superior a los 300.000 euros. No harán falta comentarios.
– Personalmente, considero –tal como vengo señalando reiteradamente-que los problemas de SERVICIO no remiten sino aumentan. (ver los datos del año 2008). Insisto que, con espíritu autocrítico y naturalidad, el sector y la Mediación deberían ser instados por la D.G.S. para abordarlo aprovechando la reforma de la Ley de Contrato de Seguro.
Por lo demás, y en lo relativo a la CRISIS que necesariamente nos va a afectar y por ello la denomino “CRISIS SEGURA” mi opinión se resume en:
– Estamos ante “la crisis de las crisis” por su carácter financiero y económico, por su profundidad, su globalidad… ¿y por su duración?
– Las crisis históricas del sector asegurador han sido más bien propias, por factores internos ó externas pero propias del sector, y no como consecuencia de crisis económicas. Así lo demuestran las crisis aseguradoras de 1989 y 1999.
– Es innegable que una recesión económica como la actual afecta a la facturación del sector asegurador. En este sentido, mis pronósticos son peores que los que ha manejado el sector.
– La caída en primas afectará los gastos internos y creará tensiones con la Mediación.
– Sin embargo, por diversas razones derivadas de las herramientas de gestión, del punto de partida muy favorable y especialmente del carácter anticíclico del seguro – el de AUTOS en particular – la SINIESTRALIDAD se va a ver poco afectada.
– Dado que evidentemente todos los actores no son igualmente rentables y eficientes, se puede producir una nueva fase de concentración sectorial. Una caída de primas puede conllevar la insostenibilidad de algunos ratios de costes.
– Uno de los mayores RIESGOS que creo puede darse es el “VERTIGO” derivado de la reducción de la facturación. El sector no está habituado al panorama que está en marcha. Puede llevar a la tumba a los que no mantengan la serenidad y el rigor.
Las cuentas de resultados de 2008 permiten, junto con la tendencia de frecuencia siniestral y de los costes de siniestros, una reducción controlada de las primas medias de Autos… pero “sin pasarse”.
– Es imprescindible profundizar en lo básico: analizar los riesgos, evitar incoherencias entre la segmentación y la mutualización y reduciendo, por otra parte, en lo posible los desajustes de precios entre Nueva Producción y Cartera.
– Cuidar la “mina de oro” que representan la cartera de seguros y la fuerza de la Mediación en la distribución, sin menospreciar otros canales pero con realismo.
– En las crisis también hay oportunidades que es necesario aprovecharlas.
La economía española saldrá de esta crisis… aunque habrá que ver CÚANDO y CÓMO. El SEGURO, que se verá solo parcialmente afectado, debe “ponerse las pilas” y aprovechar la crisis para consolidarse.