(Decía hace tiempo, en este blog, que quiero contribuir, aunque sea modestamente, a la publicitación de cualquier iniciativa solidaria de la que tenga información que pongan en práctica Compañías de seguros. En el caso actual se une también mis investigaciones sobre los microseguros que no son una actividad externa a España; la compañía DKV ha puesto en marcha un proyecto de microseguros en Ecuador y que se explica muy bien en el artículo siguiente).
1.500 personas se benefician ya de este proyecto pionero en microfinanzas, que espera dar cobertura en 2007 a 7.000 asegurados
DKV Seguros, una compañía del Grupo Asegurador ERGO, ha puesto en marcha un microseguro de salud para la población más desfavorecida del sur de Quito (Ecuador). El proyecto, en colaboración con la Fundación Tierra Nueva y otras entidades locales e instituciones españolas, ha permitido facilitar un seguro sanitario a precio muy bajo -2,5 dólares (2,07 euros al mes por asegurado)- de forma que las poblaciones sin recursos puedan asegurarse la asistencia sanitaria. Actualmente unas 1.500 personas se benefician ya de las coberturas de esta experiencia pionera en el ámbito de las microfinanzas y se espera que en 2007 alcance a 7.000 asegurados.
La iniciativa no tiene ánimo de lucro y su objetivo es permitir que los habitantes de esta zona empobrecida puedan costearse servicios sanitarios de calidad mediante la creación de un sistema de seguro solidario y sostenible, teniendo en cuenta los escasos recursos económicos con los que cuentan. El proyecto también trata de generar cultura de la salud preventiva y mejorar la red de prestación de servicios, tanto en eficiencia como en calidad.
Actualmente Ecuador cuenta con 0,27 camas hospitalarias por cada 1.000 habitantes (la media internacional está en 4,5) y sólo el 12% de la población está afiliada a la Seguridad Social, que ofrece únicamente una cobertura personal. Tan sólo el 3% de los presupuestos del Estado se dedican a Salud.
DKV Seguros se encarga de prestar soporte y su conocimiento técnico y humano para la realización del diseño de las coberturas del microseguro y los procesos de gestión necesarios, así como de sufragar los gatos derivados de su participación –viajes, salarios del personal, asesorías técnicas…-. El modelo creado por la compañía ha conseguido que la cobertura abarque las enfermedades más prevalentes en la zona y de menor coste, una gestión eficaz de los procesos administrativos y ha identificado las aplicaciones informáticas que han permitido arrancar el sistema de microseguros.
La asistencia que presta el microseguro se circunscribe al Instituto Médico Tierra Nueva, creado en el sur de Quito por la Fundación Tierra Nueva, que cuenta con 54 camas y atiende a unas 80.000 consultas externas al año. La prima del microseguro de salud permite soportar los costes de gestión y administración de todo el sistema y dotar de estabilidad financiera al hospital.
El microseguro de salud introduce también un modelo redistributivo, ya que no sólo soporta la cobertura en sí, sino que también permite generar dos pequeños fondos acumulativos de reserva: uno para incidentes especiales –por ejemplo, epidemias- y otro, llamado fondo solidario, para dar asistencia gratuita a personas que no pueden pagar ni siguiera el coste de este microseguro. A este fondo solidario se destina el 10% de la prima que se extrae de los flujos financieros del seguro de salud.
El riesgo de impago de las pólizas –que son anuales- está controlado, ya que se abonan a través de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Maquita Cushunchic, ligada a Tierra Nueva, a la que tienen que afiliarse los asegurados. Este sistema permite ventajas añadidas, ya que la cooperativa ha diseñado varios programas de prepago para distintas coberturas, como el parto y algunos procesos quirúrgicos, y ofrece créditos a bajo costo para ciertas intervenciones. En un futuro, está previsto incrementar las modalidades de microseguros, con distintas pólizas y coberturas más amplias.
DKV también ha suscrito un convenio para ampliar esta colaboración y ayudar en la puesta en marcha del segundo centro sanitario de la Fundación Tierra Nueva. La compañía ha financiado una auditoría realizada por un equipo de asesores externos para definir la estructura del centro y el equipamiento médico que se debe adquirir. Ligar el desarrollo arquitectónico con un plan funcional ha permitido reducir un 50% los gastos de funcionamiento.
Respecto al equipamiento, se está realizando una propuesta para que la adquisición de los equipos médicos se vincule con el canje de la deuda entre el gobierno español y el ecuatoriano. Actualmente, hay un programa de canje por valor de 50 millones de euros, de los que se han solicitado 3 millones para la Fundación Tierra Nueva. La labor de DKV ha consistido en avalar a la fundación ante las autoridades españolas en Ecuador. De hecho, el proyecto cuenta con el beneplácito de la Embajada de España en Ecuador y de la Agencia de Cooperación Internacional. DKV ha recomendado destinar parte de estos fondos a la formación el equipo directivo del hospital, para garantizar una gestión eficiente y la sostenibilidad del proyecto.
Fundación Tierra Nueva
La Fundación Tierra Nueva fue creada en 1992 por el Padre Carollo, que fue Vicario Episcopal de la zona sur de Quito hasta su reciente fallecimiento. La ONG ya había iniciado su actividad como Asociación Tierra Nueva en 1980. La fundación ha construido con muy pocos recursos un hospital de 54 camas para la población local, y actualmente está construyendo un segundo centro para atender prioritariamente a los habitantes con escasos recursos del sur de la capital.
A su vez, la organización sostiene cuatro centros infantiles y de apoyo educativo que atiende a 650 niños; tiene implantado un centro de desarrollo integral en Amaguaña, que acoge a niños discapacitados y les ofrece rehabilitación física, un laboratorio de música y educación especial; opera una unidad médica móvil que realiza atención preventiva de salud en zonas remotas, y fomenta la construcción de viviendas.
DKV, una empresa responsable
La implicación de DKV en esta iniciativa supone un paso más en la estrategia de Responsabilidad Social Corporativa, y en este caso, con una acción a nivel internacional estrechamente vinculada a su “know how” en seguros de salud.
DKV Seguros considera que las empresas tienen una responsabilidad social ante los ciudadanos y apuesta por el desarrollo sostenible. La entidad aseguradora defiende la necesidad de obtener beneficios económicos, a través de buenos productos y un buen servicio, compatible con la búsqueda del beneficio social y medioambiental.
Fruto de este compromiso, lleva varios años colaborando en diversos proyectos sociales. Sin duda, uno de los grandes esfuerzos desarrollados por DKV ha sido la creación y promoción de la Fundación Integralia. En activo desde 1999, esta organización sin ánimo de lucro, persigue la integración de las personas con discapacidades en el ámbito laboral. Integralia cuenta con un Centro de Atención Telefónica, atendido exclusivamente por discapacitados.
Asimismo, la Fundación colabora con programas de formación de discapacitados de distintas instituciones y organismos públicos, ofreciéndoles formación práctica en su centro de atención telefónica. Por esta intensa labor de Integralia, DKV ha sido reconocida por la Fundación Empresa y Sociedad una de las empresas españolas mejor percibidas por su apoyo al empleo de personas desfavorecidas mediante programas de integración laboral.
