Escribe: Juan José Lecanda
La U.E. se ha planteado para 2020 reducir a la mitad el número de muertos actuales en carretera. Sería, en 20 años, llegar a “la mitad de la mitad”.
¿Por qué no?: no nos lo creíamos peo el avance entre el 2001 y la actualidad ha sido extraordinario.
La experiencia ha demostrado que la combinación de las medidas de control, especialmente por el carnet por puntos, sancionadoras y de concienciación han temido un efecto que podemos valorar como extraordinario.
No obstante, hay importantes posibilidades de mejorar. La reciente modificación de la Ley de Tráfico supone un paso más para ello.
La concienciación ya lograda por la sociedad respecto de las elevadas pérdidas humanas, lesiones e incapacidades y los cuantiosos costes económicos no debe reducirse sino extenderse a aspectos tales como la velocidad excesiva ó inadecuada que, según diversos informes, sigue siendo una asignatura pendiente.
En mi opinión, la confianza en la conducción, las mejores carreteras y los coches más veloces, hacen que ESPAÑA siga siendo el país con la velocidad media más alta de Europa.
Un estudio de la U.E. señala que en ESPAÑA el 57% de los conductores supera los límites permitidos en las autopistas y que el 53% lo hace en las carreteras convencionales.
Así se explica que el exceso de velocidad fuera el causante de una de cada tres muertes en nuestras carreteras.
Históricamente ha habido un “debate”, en mi opinión absurdo y muy desaconsejable, sobre los límites de velocidad, en especial en autopistas y autovías. Todavía hace pocos meses escribía que “no cuenten conmigo”, refiriéndome a una presunta asociación denominada “límite 140 km”.
Hay que señalar que, como es lógico, a mayor velocidad mayor riesgo de muerte. Un significado hombre del sector hace ya años que insistía que “con las carreteras y vehículos actuales debían incrementar sustancialmente los límites máximos de velocidad”. Partía, como muchos, que el riesgo de accidente por la velocidad era muy bajo, sin evaluar que las consecuencias son crecientemente graves ó letales.
Los estudios de crash test lo demuestran.
Como señala la D.G.T. el peligro no se da sólo cuando la velocidad está por encima de los límites sino simplemente cuando no es la adecuada en función de las condiciones del conductor y de la vía.
Todos sabemos que no es lo mismo conducir a 120 km/h en una autopista con buena visibilidad que cuando hay una densa niebla.
El estudio refleja que en las carreteras convencionales con límite de 90 la velocidad media computada fue de 95 km, probablemente porque normalmente se trata de vías conocida en las que la confianza puede jugar un papel decisivo y nefasto.
Los datos señalan, a pesar de todo, que en los últimos años se ha reducido la velocidad media – lo cual es una evidencia fácilmente constatable en la realidad – con una importante repercusión en el descenso de muertos y lesionados.
Desde el 2001, en Europa el número de muertos en la carretera se ha reducido un 40% y un 53% en España, sólo mejorado por Letonia.
La velocidad obedece a la indudable presión sancionadora ejercida por la D.G.T.
Según los sociólogos, la evitación de sanciones económicas y de la pérdida de puntos en el carnet de conducir, han propiciado la reducción de circulación.
Para el futuro, se pondrán en marcha una serie de medidas relativas a los vehículos como el control electrónico de estabilidad, alertas de salida de carril o limitadores de velocidad obligatorios (para vehículos comerciales). ¿Cuándo va a iniciarse el debate de los limitadores en los vehículos particulares? ¿Cuándo frenará la tendencia del mercado de construir vehículos cada vez más veloces?
La D.G.T. parece está decidida a dar la batalla a los “fitipaldis”… que sigue habiendo en exceso.
El objetivo para 2020 es una buena meta… que puede lograrse entre todos con más concienciación, menos alcohol y drogas, así como profundizando en la labor sancionadora, hasta que LOS CONDUCTORES SEAN CONSCIENTES DE LA VELOCIDAD ADECUADA PARA CADA CARRETERA, VEHÍCULO Y SITUACIÓN ATMOSFÉRICA Y QUE NO SEAN NECESARIAS MULTAS PARA QUE NI SE MATEN O LESIONEN, NI MATEN O LESIONEN A OTROS.
En mi opinión, los próximos 2011 y 2012 seguirán siendo favorables. En cuanto al verano del 2010 debemos esperar y confiar que, en este aspecto, sea muy benévolo. El incremento relativo de los viajes cortos supone un reto significativo que hay que superar. Nos va mucho… LA VIDA, en demasiados casos. Son demasiados, todavía.
