Escribe Oscar Paz:
Hoy he tenido la oportunidad de participar por primera vez en una jornada de voluntariado, de la mano de varias organizaciones que lo han hecho posible. (mas info aquí)
En nuestro caso ha consistido en subir el Pagasarri junto con personas de RAIS – Euskadi (Integración Social de personas en riesgo de exclusión social). Hemos tardado alrededor de hora y media en subir y otra hora en bajar, pero al menos en mi caso, ha sido suficiente para percibir, que, ciertamente, hay personas que nos necesitan mucho mas cerca de lo que imaginamos.
Personas que son una caja de sorpresas, y que albergan dentro mucho más talento del que se les presupone, y que al contrario de lo que nos creemos no necesitan tanto nuestro dinero, sino nuestra comprensión a su a veces compleja vida.
Y es que en muchas ocasiones el dinero es un pobre sustituto de algo mucho mas valioso que es el tiempo, porque este ultimo, al contrario que el primero, te permite compartir, sentir y hacer que otros sientan.
No hace mucho una persona muy comprometida socialmente me decía que «la solidaridad engancha», y hoy creo que para muchos de nosotros, esas 2 horas y media han sido tiempo suficiente para hacernos sentir que una semilla se ha sembrado en nuestro interior y que posiblemente no tarde mucho en florecer.