Pasar un fin de semana en Pedraza siempre resulta interesante. Y como además asistiríamos a la fiesta de inauguración de una escultura de Agustín Ibarrola en la casa de Juanjo Amezaga, ilustre uruguayo de origen vasco, todavía mejor.
Todo comenzó con un mail que recibimos de Guillermo Barredo en nombre de Juanjo, invitándonos al acto. Enseguida mandamos la confirmación de nuestra asistencia, igual que lo hicieron nuestros amigos Patxi, Charo, Jesús, Ana, Fran, Matty, Javier, Sylvie, Carmen y yo.
A partir de ese momento pusimos en marcha los preparativos, incluido el alquiler de una furgoneta para viajar – nos gusta compartir las horas del viaje siempre que podemos.
De Getxo a Pedraza se llega muy bien – a pesar de las obras de la A1 que nos tememos que van a provocar un caos en el verano como no las organicen mejor – con una parada en el lagar de Milagros para comer.
Nos instalamos todos entre una magnífica casa rural en Prádena y la Hospedería de Santo Domingo en Pedraza, ambas muy recomendables.
Teníamos previsto cenar en el restaurante Zuloaga pero ya se sabe lo que pasa cuando se cuenta con amigos como Vicente y Elvira que en cuanto se enteraron de nuestra llegada nos invitaron a todos a su casa. No faltó la tertulia al mejor estilo diletante mientras dábamos buena cuenta de una estupenda cena.
El sábado por la mañana fuimos a la casa – jardín de los Amezaga en Colladillo, pueblo cercano a Pedraza. Nos había dicho Guillermo que llegásemos un poco antes de la hora prevista para la inauguración porque podríamos disfrutar del jardín de la casa, auténtico vergel en el páramo serrano diseñado por un jardinero uruguayo que trabajó en los del Vaticano.
La casa- jardín se compone de varias residencias, la de invitados a la entrada, al fondo a la derecha, siguiendo el camino del jardín, la vivienda principal de un gusto exquisito, repleta de estanterías llenas de interesantes libros y hermosos cuadros de varias épocas y estilos.
Saliendo de la casa principal pasamos por una estancia con porche donde pudimos disfrutar, después de la inauguración de la escultura, de música uruguaya, boleros, tangos que cantaron Fernando, amigo de la familia, Guillermo y otro más. Desde allí, al fondo a la derecha llegamos a un extremo del jardín, donde se encuentra el espacio de la piscina y sauna y también el lugar elegido por Agustín para la escultura, dedicada a Inés, la hija de Juanjo que agradeció con mucho afecto la generosidad de Ibarrola.
El acto de inauguración comenzó poco después de las 12 y tuvimos la suerte de que no lloviera para poder disfrutar de las palabras explicativas, por parte de Agustín, del significado de la obra, la elección de la ubicación y la explicación de la orientación para que los rayos del sol proyecten diversas sombras sobre la tierra. El nombre elegido para la escultura, “Rha está con nosotros” reflejaba la condensación del pensamiento del artista. Antes Inés había agradecido a Agustín su regalo y Ricardo había tocado con el txistu y tamboril un magnífico aurresku de honor.
Fabián Carbone, insigne músico nos deleitó con su bandoneón, interpretando melodías uruguayas y argentinas, donde no faltaron.los tangos
El lunch que siguió a la inauguración para los más de 120 asistentes, fue muy grato y abundante. Canciones, recitales por otro uruguayo con muchos años en España, Félix Sancho Gracia, “Curro Jiménez”, que nos emocionó con sus poemas, de una ternura y expresividad exquisita.
Nos despedimos de Lola, la anfitriona, sobre las 6 de la tarde y nos dijo que volviéramos a cenar porque todavía había marcha. Algunos siguieron allí hasta la noche bien avanzada. Nosotros preferimos, por cierto pundonor respetuoso, tomar algo en Pedraza en una cena memorable de chistes, uno detrás de otro, de Fran, Charo, Vicente, Javier y Elvira.
Al día siguiente había que regresar pero, antes, Bernardo Mesanza nos preparó la visita al Castillo de Pedraza, residencia de los descendientes del pintor Ignacio Zuloaga y en concreto de Ignacio Suárez-Zuloaga, biznieto del pintor y de Margarita, su esposa.
Que un descendiente de un pintor tan admirado te explique muchos detalles, algunos inéditos de la vida del pintor, y te muestre obras de arte de su colección es un auténtico lujo del que disfrutamos durante un par de horas. Nuestro retraso para llegar a comer al Parador del Duque de Lerma estaba más que justificado. Nos contó Nacho Suárez-Zuloaga que están dinamizando la Fundación Zuloaga para dar a conocer la obra de su antepasado a los niños y jóvenes, “creemos, dijo, que tenemos la obligación de hacer el esfuerzo de transmitir el conocimiento de una obra artística de gran valor que tienes sus raíces entre Castilla y Euskadi”.
Iñigo e Inés también asistieron al acto pero vinieron desde Madrid y tuvieron que regresar el mismo sábado a Getxo para atender sus obligaciones familiares.
Un fin de semana pleno donde todos disfrutamos, convivimos, compartimos, nos reímos, debatimos en el más puro estilo diletante, es decir, con cordialidad, respeto y cercanía desde la amistad.
Gracias Juanjo y Lola por vuestra invitación, ha sido un fin de semana delicioso.
Carlos Biurrun, un diletante que disfruta compartiendo con sus amigos y amigas.