Recuerdo que un deportista de élite me dijo una vez que el día que perdiera la «mirada del tigre» se retiraría de la competición, ese era el momento exacto de dejarlo.
Ya se que parece una obviedad, pero siempre he pensado lo mismo de los niños, el día que pierden su «mirada de niño», comienzan a ser adultos.
Este fin de semana he tenido la oportunidad de reunirme con más de un centenar de compañeros de La Salle (Deusto – Generación de 1972), despues de más de 20 años (y en algunos casos 25), para celebrar la I «Kedada», de lo que espero sea el principio de una larga cadena de encuentros.
Los que habéis tenido alguna experiencia similar sabéis de lo que hablo, para los que no, simplemente, explicaros que es algo maravilloso, sientes que de nuevo, decenas de miradas de niño te envuelven, esperando, únicamente, encontrar un rato divertido. Es como un «recreo» que en lugar de 20 mn se prolonga durante toda una jornada.
Descubres como poco a poco van viniendo recuerdos a tu mente, y tienes la sensación de que no ha pasado tanto tiempo, de que en realidad, esto de ser niño, no es una edad, es una actitud.
Os invito a practicar a partir de ahora, en vuestro a día a día, la «mirada del niño» esa que curiosea, que no prejuzga, que busca el lado divertido de la vida y descubriréis mas amigos que enemigos, mas oportunidades que amenazas, en definitiva, un largo «recreo» nos espera… ¿Jugamos?
— Publicado desde Mi iPad 2