Escribe: Carlos Biurrun, Presidente de Biurrun Consulting y partner de MEDI*
El proyecto de nueva directiva sobre mediación de seguros transmite el temor de un reforzamiento de las actuaciones burocráticas para un beneficio incierto para los consumidores.
MEDI* acaba de publicar un informe, distribuido en España por RBI/INESE, dirigido a los Directores de Compañías de seguros y a los actores de la mediación de seguros de la Unión Europea con el objetivo de facilitar una opinión autorizada y valorativa del Proyecto de Directiva de la mediación de seguros que ayude a un debate necesario y fundamentado sobre los cambios en la mediación de seguros para mejorar la regulación actual y nunca caer en errores que pueden costar mucho.
Para más información sobre el estudio que a continuación comentamos, dirigirse al representante de España y Portugal y miembro de MEDI:
Carlos Biurrun carlos.biurrun@biurrunconsulting.es
Para conectar con los autores:
Nick Davenport n.davenport @ medi-site.eu
Harald Krauss h.krauss @ medi-site.eu
“Nuestro objetivo es mejorar la vida del consumidor de seguros en Europa” afirmó el Comisario Barnier en la audiencia pública organizada por la Comisión en Bruselas en diciembre de 2010. Esta loable intención corre el riesgo de ser engullida por una serie de nuevas restricciones y cuyo impacto puede ser el encarecimiento de los costes de inscripción y de control de la actividad. Incluso puede ser peor ya que una parte de la actividad puede verse amenazada por el cuestionamiento del sistema de retribución basado en comisiones.
Una visión global, equilibrada, desburocratizada, que aclare el estatuto jurídico de cada interviniente y no ponga en peligro la actividad de más de un millón de personas que trabajan en la mediación de seguros en la UE debe ser el objetivo de la nueva directiva, es la tesis del estudio redactado por Harald Krauss y Nicholas Davenport, miembros de Monitoring European Distribution of Insurance, “IMD2, Proyecto de directiva sobre intermediación de seguros: ¿Evolución o Revolución?”.
En primer lugar, desde 2002, el conjunto del sector está regulado por una directiva más o menos bien transpuesta en los diferentes países. Bien en unos, la mayoría, mal en otros como por ejemplo el Reino Unido donde ha producido un incremento sin precedentes de la burocracia y de los costes de actividad y control. Es esta directiva considerada de manera generalizada como equilibrada la que va a ser revisada, completada y reforzada.
Los autores del estudio, Harald Krauss y Nicholas Davenport, al analizar el contenido y los impactos posibles del proyecto, consideran que el objetivo de protección del consumidor se desvanece ante una voluntad de regular la actividad de mediación, que por otra parte no es nada despreciable ya que afecta a más de un millón de profesionales en la Unión Europea y que representa alrededor de 1% del PIB. Por otra parte, amenaza con perturbar gravemente la capacidad de innovación que ha permitido al seguro ser una industria sólida y creativa al servicio de la protección de los riesgos de las economías modernas. Además, la crisis financiera, no ha revelado debilidades especiales como para apelar a medidas importantes y profundas. ¡Sin duda alguna el sector asegurador ha pasado el su stress test con creces en estos tiempos de desesperanza! Lo que se tenga que cambiar debe hacerse para mejorar, no para empeorar, señalan los autores del informe y siempre cuidando los buenos cimientos de la gran mayoría de los profesionales de la mediación.
Si bien defendiendo una protección reforzada de los consumidores, los autores del estudio se preguntan sobre el fundamento de esta nueva directiva. La que tenemos actualmente, ¿ha mostrado insuficiencias? ¿No puede ser que este texto nuevo de directiva consensuada nazca con una debilidad congénita que la haga inoperante? Los expertos de MEDI que profundizan en los diferentes sistemas de distribución en Europa no detectan nada nuevo. Efectivamente, señalan Krauss y Davenport, “es útil reforzar las reglas actuales sobre calificaciones profesionales, las sociedades transfronterizas y las cuestiones candentes de conflictos de interés y de remuneración. Por el contrario, ciertas medidas planteadas, como las relativas al cambio del régimen de comisiones, no son en sí mismo medidas para mejorar el funcionamiento del mercado, sino todo lo contrario.
En el mismo estudio se plantean dos cuestiones clave que exigen respuestas claras, la realidad del mandato de representación y la fluidez de la competencia de mercado. La cuestión del mandato es muy importante ya que es donde se juega verdaderamente la protección del consumidor que debe poder saber, claramente y en todo momento, a quién representa y quién compromete a quién. Una cuestión que afecta directamente a los agentes y corredores por supuesto, pero también a las redes bancarias que venden seguros, a los comparadores, las asociaciones, a los agregadores y otros comparadores…
La segunda cuestión es la consideración de que por encima de los marcos jurídicos actuales, todos los que intervienen en el acto de mediación de seguros deben verse afectados por la disposición, evitando así vacíos legales y elusiones no deseadas.
El estudio es sin duda una aportación útil y argumentada, de gran actualidad, para un debate que no ha hecho más que empezar y sobre el cual los más afectados, los mediadores deben dejar oír su voz.
¿Qué es MEDI* ?
MEDI (Monitoring European Distribution of Insurance) es un « think tank » con sede en París que observa y analiza las evoluciones de la distribución de seguros en Europa.
Está compuesto de expertos de la distribución de seguros de varios países de Europa con una larga trayectoria profesional en puestos de alta responsabilidad. Facilita informaciones y análisis a sus abonados sobre cuestiones relativas a la distribución de seguros y del ahorro.
MEDI es estrictamente independiente al igual que sus miembros. El Presidente es Henri Debruyne
