¿Reemplazarán las aseguradoras a los bancos?

Fuente: L´Argus

Según un informe de la consultora Oliver Wyman, “los aseguradores vida europeos podrían responder a las necesidades de financiación de la economía que no se cubran por los bancos y aumentar así su valor de mercado un 50%, es decir 200.000 millones de €”. Para ello se apoyarían en sus pasivos a largo plazo, que Oliver evalúa en 900.000 millones en Francia, 600.000 millones en el Reino Unido y otro tanto en Alemania. La consultora estima que la falta de financiación del sector bancario puede alcanzará los 3 billones de €.

Por ello, los aseguradores, como recolectores de ahorro a través de los productos de jubilación, con los fondos de pensiones, pueden ser los sustitutos de los bancos. No solo ello contribuirá a la estabilización de la economía sino que los aseguradores verían aumentar la rentabilidad de sus inversiones y sus productos de jubilación mejorarían para los asegurados. Algunos aseguradores ya han comenzado a reflexionar sobre estos aspectos.

 

2 comentarios en «¿Reemplazarán las aseguradoras a los bancos?»

  1. Recuerdo cuando en la década de los 90 instrumentaba como agente de Mapfre préstamos hipotecarios que eran ofrecidos por Mapfre Vida : el producto se denominaba Endowment y en lugar de corresponder al sistema francés de amortización seguía el plan de un producto típicamente USA.

    El cliente formalizaba n contratos de ahorro finalista con varios vencimientos escalonados a su conveniencia según edad y beneficios fiscales con los que amortizaría en su momento partes del capital pendiente de pago (el total) a un cierto interés de préstamo y a un cierto interés técnico en ahorro más participación en beneficios.

    Eran otros tiempos en materia de intereses técnicos pero los diferenciales, que es lo que desde siempre ha supuesto el beneficio al financiador supongo que se mantienen.

    El asegurador, de vida, obviamente recibía los recursos con que financiar de otros clientes que en forma de primas únicas o periódicas buscaban una rentabilidad a su dinero. Conste que ese formato permitía plenamente operar hipotecas desde un mercado asegurador al que le están prohibidas las operaciones no actuariales, del mismo modo (con ironía) que el art 4.d de la Ley 26/1988, de 29 de julio, sobre Disciplina e Intervención de las Entidades de Crédito prohibe a la banca cualquier actividad ajena a su «objeto exclusivo» (seguros también, por supuesto…).

    Teniendo en cuenta que otros activos del mercado tradicionalmente seguros están sufriendo fuertes varapalos en los mercados es de suponer que girar la vista hacia otras garantías como puede ser la inmobiliaria no está del todo mal en estos tiempos siempre y cuando los precios de mercado de los inmuebles entre en la senda de la razón.

    Por tanto tal vez alguien en el sector tendrá argumentos, tras el comentario procedente de Wyman, para hacer un remake de lo que acabo de comentar.

    Sin duda la mediación lo vería con buenos ojos; fue una oportunidad y puede seguir siéndolo tanto para el asegurador, como para el asegurado, como para el inversor o el mediador.

    Saludos

  2. Tradicionalmente, en España, las aseguradoras han sido muy reacias a entrar en el capital de los bancos en cuotas de participación importantes; lo normal ha sido el establecimiento de acuerdos comerciales de distribución, que al límite han supuesto un intercambio y cruce de participaciones accionariales muy limitados.

    Por otra parte, las inversiones de las provisiones técnicas de las aseguradoras, son normalmente en valores de renta fija, siendo la proporción de las invertidas en renta variable mínimas, y las destinadas a inversiones puramente especulativas cuasi inapreciables.

    Ciertamente, el volumen de las provisiones técnicas de los aseguradores, permiten la inversión de una gran parte de ellas a medio, largo y muy largo plazo; por lo que si seria posible que las necesidades de financiación del sistema bancario pudiera optar a la captación de una buena parte; eso si en detrimento de los mercados de Deuda Publica, en los que los aseguradores son pieza notable.

    En mi opinión, para esta captación, el sector bancario debería acudir a la emisión de bonos garantizados, convertibles o no en acciones, y a tipos de interes atractivos y con plazos superiores a los 15 años y garantías de salida intermedia sin perdida, aun cuando fuese limitada a fechas prefijadas.

    Pensar que los aseguradores, pueden reemplazar a los bancos en la concesión de créditos a empresas y particulares; con independencia de las modificaciones legales que se precisarían para hacerlo viable, requeriría una inversión en red de servicio, que hoy no existe, pues la que hay en los aseguradores esta orientada a la distribución de productos, n o al servicio y atención de clientes con la filosofía bancaria.

    Si nos referimos a Gestoras de Fondos de Pensiones, el problema en lo que concierne a las políticas de inversión, es cuasi paralela a la de las aseguradoras y para mayor complejidad, sus redes de distribución, que no de servicio, en la generalidad de los casos no les pertenecen, dependen para ello de aseguradoras y bancos.

    En mi opinión, con este panorama, pensar en la sustitución de los bancos por las aseguradoras de vida y por los Fondos de Pensiones, es como la “quimera del oro”; ciencia ficción, por antigua que sea.

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