Fuente: www.eleconomista.com
Justo cuando España está sufriendo una gran ola de incendios, la Fundación Ciudadana Civio quiere que los españoles tengan acceso y compartan qué partes de nuestro país están, o han sido pasto de las llamas, en una misma aplicación.
España en llamas, que así se ha bautizado la aplicación web, recoge los incendios registrados en el país desde el año 2001 para poner de relieve cuánto superficie verde se ha perdido.
El proyecto nació en noviembre de 2011 con la idea de facilitar, de la forma más transparente posible, los datos que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente registra cada año de los incendios forestales en España.
Con el análisis de la información quieren investigar, «quiénes son los culpables de los incendios y qué ocurre con ellos, cuánto se gasta en prevención o extinción, si los montes españoles están cuidados o si su mal estado ayuda a propagar las llamas, si el fuego se utiliza ilegalmente para recalificar el terreno, y si se cumple la ley para prevenir incendios», sentencian desde su página web.
Por ejemplo, gracias a su investigación, se ha puesto de relieve que la superficie quemada entre los años 2001 y 2010 equivaldría a un espacio similar a la Región de Murcia.
Financiación por crowdfunding
Este proyecto, que aspira a poder contextualizar los incendios, ha puesto en marcha una campaña de cofinanciación, en la que a través de donaciones aspiran a conseguir 4.650 euros para que su labor pueda seguir en marcha.
Si llegan a ese mínimo se comprometen a una actualización con los datos de 2011 -que deberían estar disponibles en el tercer trimestre de este año-, al desarrollo de una integración de redes sociales para poder concienciar a traves de acebook o Twitter, al tiempo que habrán dos investigaciones que se centrarán en el gasto en incendios por cada comunidad autónoma, así como otra enfocada a los responsables.
Por otro lado, si superan esos 4.650 euros se comprometen a desarrollar un sistema en el que los usuarios puedan comentar sus experiencias que permitan «humanizar» la base de datos, así como tres investigaciones más. Una enfocada en los planes de gestión de incendios, otra que se pregunta sobre el fin del terreno quemado y otra en la que se cuestionará e intentará poner de relieve si se cumple realmente la ley.