Escribe Oscar Paz: Internet está creando realidades y amplificando prácticas que antes se quedaban en comunidades muy locales o muy íntimas. La red multiplica y socializa la forma de consumir, de viajar, de informar, de hacer política, de gestionar. Y eso, inevitablemente – y afortunadamente también – genera nuevas posibilidades para la economía.
Las plataformas de crowdfunding (financiación colectiva) se encuentran en plena expansión por la red. A grandes rasgos el canon de diseño funcional y conceptual de todas ellas es por lo general el mismo: (a) pequeñas cantidades económicas prefijadas y escaladas que aportan muchos ciudadanos a cambio de recompensas individuales preestablecidas, (b) un objetivo de financiación que si no se alcanza en el plazo previsto no activa finalmente ninguna de las transacciones, y (c) la confianza como motor del acuerdo, según el cual el impulsor del proyecto llevará a cabo la obra prometida, y hará llegar también las recompensas establecidas a cada una de las personas que le han ayudado a financiarlo
- No siempre las iniciativas necesitan financiación de carácter económico, tb pueden ser sus capacidades
- Las estructuras jeràrquicas de las entidades financieras son las mismas que las del ejercito romano
- Sin embargo la tecnología ha cambiado mucho,está claro q estas estructuras no evolucionan d forma paralela
- Cada vez la ciudadanía es más activa, ya no sólo firma a favor de las causas sino que las financia
- Capital Riesgo vs CAPITAL RIEGO (gotas ciudadanas que financian) cc/ @aitordelvalle
- Los ciudadanos financian hasta querellas contra la banca, en menos de 24 se consiguió el objetivo
- Sino llegas a conseguir un 20% en los primeros 2 ó 3 días, es muy probable que no se llegue a finaciar
- Es mejor lanzar el proyecto en fases más pequeñas para asegurarse de que se puede ir financiando