La vida es como una larga cordillera llena de picos, montañas y laderas, existen numerosos picos que parecen inalcanzables sitios en los que todos conocemos que alguien ha estado y se ha paseado, y nosotros no acabamos de alcanzar.
Las sociedades mercantiles son como un matrimonio conoces a tu socio, le tientas, le gustas y te gusta, te enamoras, convives, te ofende…lo olvidas, no le das lo que te pide no te llama ni le llamas…te planteas el divorcio, pero “…por el tiempo que llevamos…” volvemos a intentarlo, a mi manera… a la suya… pero sabes que nunca funcionará y te separas, a la espera del divorcio.
La meta de cualquier sociedad es alcanzar ese pico y clavar la bandera, de tus compañeros de cordada lo esperas todo y nunca que te pongan la zancadilla, eso lo esperas de la propia montaña y para eso te has preparado conscientemente y sabes que eres bueno y a veces “el mejor” y que puedes arrastrar la cordada hacia arriba… llegas a la “reunión” atardece, esperas que ahora: cenar, descansar y mañana arriba…pero alguien se ha dejado la comida, a otro la tienda le pesaba demasiado, el fogón no tiene gas…, la primera reacción es de enfadarse y gritar “lo he hecho todo yo y para una cosa que has de hacer…” pero la vida es así…te agazapas para pasar la noche, y ves como, por debajo…a unos centenares metros por encima de la niebla, suben fuertes tres cordadas, unas las ves más cerca que otras y a la más cercana,… la que te ha estado pisando los talones todo el día, ves que suben hasta los “sherpas” con una sonrisa en la boca, y piensas quizás…??? Serán los adecuados…??? Llevo tiempo observándolos y suben fuerte, seguido, pertrechados, hablaré con el líder de la cordada, no espero a que me alcancen…Descenderé unos metros y cogeré impulso para volver a subir; pero antes tengo que ofrecer ayuda a la cordada que abandono “en la montaña no se abandona a nadie”; no la aceptan, quieren seguir solos y sin recursos, lo hemos discutido y quieren intentarlo.
Bien, hemos de repartirnos el material, no me voy a quedar sin él, esta parte es compleja, pero miro hacia abajo y los líderes de dos cordadas me guiñan el ojo, ya llegan y con material de sobra, me quedo un saco y una funda de vivac para pasar la noche y descansar…mañana seguiré hacia arriba, y esta sí que sí, es la buena.