Escribe: Carlos Lluch, Corredor de seguros
Sobrevivir consiste en hacer lo que enseñan en los cursos de supervivencia de los Cuerpos Especiales: aprendes a comer cualquier cosa, a matar y mantenerte en un paranoico estado de alerta para evitar morir en el segundo siguiente. Me pregunto para qué vivir esa vida pero muchos negocios de mediación están en ese punto.
Competir significa mirar de reojo al de al lado, quitarle una más de las que él te quita. Ganar, ser el primero, el más grande, el más gordo, el que más come o el que se sienta en la mesa con el Presidente de la Compañía tal. Consiste en ser más que los demás en lo que sea. Compite quien cree que gana sin siquiera preguntar a los demás si están también en la carrera. A veces, por el ranking hasta da igual perder la camisa. Salir en la foto. Tal vez acabar materializando aquello de que el hombre es un lobo para el hombre donde para que uno gane otro debe forzosamente perder.
Trampear, ¿Qué sería de algunos si la Ley se presentara a su puerta? No digo más.
Cooperar es olvidarse de las navajas y de los cotos y pensar en el clan. Es olvidarse de que la fórmula tiene que morir con uno. Cooperar en seguros implica conocer y confiar, implica compartir una idea y ayudar a que sea realidad pero, muy especialmente, a que sea sostenible. Consiste en trabajar en común para que todos ganen. Es posible hacerlo, doy fe, pero no siempre es fácil ni se puede hacer con todos. Cooperar o colaborar, que significa trabajar en común. Esto es poco ilusionante si hablamos de más de lo mismo, pero toma sentido si hablamos de CREAR.
Decidme ¿Qué más podemos meter en este saco de modelos de vida empresarial?
Y tú, ¿qué opinas?