Escribe: Benito Rius, Corredor de seguros
Estamos viviendo un momento de cambios importantes en el sector del automóvil en lo que a innovación se trata. El comprador está perdiendo la desconfianza ante los vehículos eléctricos y las ventas de los modelos totalmente eléctricos y especialmente los híbridos empiezan a hacerse un hueco importante en las listas de ventas.
Los expertos en la materia, auguran que entre el año 2025 y 2030, prácticamente todos los vehículos serán eléctricos con lo que el concepto de desplazamiento tal como lo conocemos hoy en día cambiara.
Una famosa marca de automóvil, ha introducido el sistema del alquiler de las baterías para sus vehículos eléctricos, debido a que es la gran asignatura pendiente de esta tecnología, lo cual, supone un cambio de paradigma. Las ciudades se están reestructurando para que el principal protagonista en ellas sea el peatón y circular por muchas zonas y aparcar, cada vez es más difícil. Por el contrario, el transporte público es más eficiente y se anima a su uso.
Soy de los que piensa que nos estamos preparando para un cambio importante de mentalidad del consumidor, que poco a poco dejará de ver como algo absolutamente fundamental ser propietario de un vehículo. En mi opinión es muy posible que en el futuro, nos encontremos con grandes empresas con flotas enormes de vehículos que tengan miles de clientes que por una cuota reducida, tenga a su disposición un vehículo durante un tiempo estipulado. Ya estamos viendo anuncios con renting por uso y obviamente esas empresas, aseguran a sus vehículos, casi con total seguridad, sin la intermediación de un mediador.
He querido empezar con esta reflexión, pues a día de hoy, la gran mayoría de corredurías viven de las comisiones de los seguros de automóviles. Si suponemos que mi planteamiento pueda ser razonable y no entro en valorar la situación actual del ramo, cualquier correduría que quiera prepararse para el futuro, tendría que valorar una alternativa a la perdida de gran parte de sus ingresos en un plazo no muy lejano.
Dejando claro que para los mediadores el futuro del automóvil es incierto, parece que la alternativa más lógica, sería apuntar hacia un crecimiento en los ramos personales y especialmente en vida y salud.
Carlos Biurrun, está haciendo un análisis profundo del escaso éxito que obtenemos los mediadores en dichos ramos y es un tema que me preocupa y sigo con interés.
¿Por qué razón tenemos tan poca cartera de vida y salud? Yo creo que porque no la hemos necesitado, hemos vivido con carteras rentables en otros ramos y no era una cuestión vital. Por otro lado el mercado de nuestro país no está educado en la protección personal y el poco conocimiento que tiene es gracias a la imposición de los bancos, que ha propiciado el verdadero crecimiento de esos ramos en España.
No encuentro mejor forma de planificar una estrategia de éxito en ramos personales que analizando la forma de trabajar de dos grandes profesionales en vida y salud que tengo la suerte de conocer. Ambos son un verdadero valor añadido para el cliente, en el caso de salud, se trata de una señora que tiene un conocimiento escrupuloso de la póliza, de los tramites médicos más usuales y conoce personalmente a todos los profesionales de prestigio que componen el cuadro médico de la compañía para la que trabaja y la mayoría de sus clientes la llaman a ella cuando necesitan algún consejo sobre la elección de un centro médico, prueba o doctor para realizar una consulta y esos mismos clientes funcionan como apóstoles, debido al alto grado de satisfacción que tienen. En el caso de vida, se trata de un señor, con amplios conocimientos de fiscalidad, de productos financieros y en varias ocasiones ha conseguido inquietarme sobre algún posible problema que pudiese surgir y como tendría que resolverlo, cuando yo estaba seguro que no tenía fisuras en mi protección familiar.
¿Estamos preparados para ofrecer ese nivel de servicio, conocimiento y asesoramiento? lamentablemente tengo que decir que en este momento no. Afortunadamente, es posible darlo si nos esforzamos en formarnos en las materias que realmente aporten esa diferencia y sobre todo empezar a transmitirlo como una parte crucial del plan de desarrollo hacia consolidar una empresa más solida.
Tenemos un camino importante que recorrer, sobre todo en transmitir educación aseguradora a la sociedad, en las necesidades de cada persona y sobre la ayuda que podemos prestarles. Nadie puede estar interesado en adquirir un seguro si piensa que no tiene utilidad o no lo necesita.
El futuro de nuestro país en cuanto a prestaciones, está cambiando y es urgente que la sociedad tome consciencia de cómo prepararse para ello. No se me ocurre mejores profesionales, que los mediadores para ayudar en esa labor y posicionarnos en el lugar que nos corresponde en la sociedad, siendo un verdadero valor añadido.
Cualquier mediador debe preguntarse si está haciendo lo correcto y se está preparando para una posible bajada de comisiones en el ramo de automóviles que esperemos nunca llegue. Todavía estamos a tiempo y en cualquier caso, siempre será un pilar que dará estabilidad a un negocio cada día más tormentoso.