El pasado viernes, UNESPA presentó como anticipo a la Memoria social del seguro 2015, que se hará público el próximo 2 de Junio, un estudio sectorial relativo a la experiencia de los últimos años en seguro automóvil, en lo que concierne a la garantía de daños propios.
El seguro de automóvil con garantía de daños propios, representa el nivel más alto de coberturas, el conocido como “Todo Riesgo”, que representa, con o sin franquicia, nada menos que el 27% de los 29,1 millones de vehículos que circulan por España.
Siguiendo con el análisis, se ve que el 70% de las pólizas con garantía de daños propios, son de titularidad masculina y el 30% restante es de titularidad femenina, mientras que en las pólizas sin garantía de daños propios, esa proporción hombres mujeres es 75/25.
Vamos, que las mujeres prefieren el “Todo riesgo”. Esta preferencia decae con la edad y es más acusada a mayor edad.
Edades | Hombres | Mujeres | |
Hasta 35 años | 56,20% | 43,80% | |
de 36 a 40 | 61,30% | 38,70% | |
de 41 a 45 | 66,20% | 33,80% | |
de 46 a 50 | 67,70% | 32,30% | |
de 51 a 55 | 70,30% | 29,70% | |
de 56 a 60 | 73,30% | 26,70% | |
de 61 a 65 | 78,30% | 21,70% | |
mayor de 65 | 84,00% | 16,00% |
No hay una explicación clara, pero es aparentemente probable que esta evolución tenga mucho que ver con la retirada de las mujeres del volante según avanzan en edad, y también falta de carnet de conducir el las mujeres de más edad, al ser menos corriente que lo obtuvieran en su juventud.
La evolución de los siniestros declarados desde 2010, es importante, pues muestra una tendencia a la baja, que hasta 2014, ha significado una reducción en el número de siniestros cercana al 18% en ese periodo.
Por otra parte, la distribución del número de siniestros por sexo es muy similar, pero si se considera además la edad, hasta los 40 años de edad, los hombres tienen hasta algo más de un 20% de número de siniestros de daños propios que las mujeres, después de esa edad, los papeles se invierten, pero las mujeres no llegan al 20% más de número de siniestros hasta después de los 65 años.
Si atendemos por sexo y edad a la gravedad de los siniestros de daños, su coste, los de los hombres tienen siniestros más importantes, llegando a superar el 60% del coste en los tramos de edad hasta los 26 años. Después el coste de siniestro de ambos sexos es similar, volviendo a superar los hombres en los importes de los siniestros a partir de los 40 años de edad.
La clave está en la experiencia como conductores, para hombres y mujeres; la probabilidad de sufrir un siniestro de daños llega a superar el 25% en los conductores noveles, se reduce drásticamente entre los 3 y 5 años de experiencia en la conducción, y se eleva de forma importante en los conductores con experiencia entre 6 y 10 años. La confianza nos traiciona a todos haciéndonos bajar la guardia; pero en todos los casos, ellas tienen menos probabilidad de siniestro en daños propios y sus siniestros son menos importantes.
Las conclusiones del informe son significativas; en los últimos cuatro años bajó el número de siniestros de daños propios; la crisis tiene seguramente bastante que ver con el descenso del tráfico. Los mejores conductores son los de mediana edad con experiencia. Hombres y mujeres se dan más golpes cuando son jóvenes y cuando llegan a la tercera edad.
Parece que los varones jóvenes son más torpes al aparcar el coche, especialmente entre los 18 y los 40 años; que las mujeres tienen menos propensión a golpear a otro vehículo al estacionar; y finalmente, los hombres se dan golpes más graves contra bolardos y columnas.
Desde mi punto de vista, quizá por aquello superar los 60 años, me llama la atención la siniestralidad en estos tramos de edad; máxime en este tipo de siniestros, en los que es sencillo cargar siniestros de jóvenes y noveles conductores, que utilizan el coche de sus padres, y que declarados o no en las pólizas como conductor ocasional, no aparecen como los causantes del siniestro, salvo que la presencia de un tercero perjudicado impida esta maniobra.
Entiendo que es correcto señalar la pérdida de aptitudes psicofísicas que ocasiona la edad, como una parte de la explicación de ese aumento de siniestros en ese tramo de edades; pero estoy convencido de que no es únicamente esa la explicación; con seguridad hay otras, como la pérdida de experiencia al cesar la habitualidad de uso diario del vehículo. Esto es una variable relativamente sencilla de valorar, con solo conocer el número de kilómetros recorridos por estas personas de más de 60 años, y relacionarlos con los siniestros.
Creo que es algo que debería abordarse, pues de otra manera, se llegará en seguro de auto a otro tipo de discriminación tarifaria; la de las personas mayores, solo por el hecho de serlo. Algo bastante más grave que la discriminación positiva, estadísticamente acreditada, que siendo una ventaja para ellas fue suprimida en un absurdo plumazo judicial.
Escribe: Enrique González, Actuario y
miembro de Community of Insurance