[vc_row][vc_column][vc_separator border_width=»4″][ad id=»29455″][vc_separator border_width=»4″][vc_column_text]ITZIAR URTASUN
Concejala de Igualdad, Cooperación, Convivencia y Fiestas del Ayuntamiento de Bilbao[/vc_column_text][vc_separator border_width=»4″][vc_column_text]El panorama laboral bilbaino en las últimas décadas ha experimentado cambios sustantivos, entre los cuales destaca la creciente presencia de mujeres en el mercado laboral y, por ende, la incorporación de los “cuidados” dentro de las empresas como una necesidad fundamental de la sociedad. Es por eso que resulta necesario reinventarse con nuevas fórmulas de acciones y diferentes estrategias que posibiliten armonizar el trabajo asalariado junto con el trabajo relativo a los cuidados tanto a otras personas como a nosotras mismas.
Para entender estas innovaciones es necesario que analicemos desde qué parámetros sociales decidimos gestionar nuestros tiempos. Partimos del modelo industrial donde estaban perfectamente divididos los espacios en función de los sexos: espacio productivo hombres y espacio reproductivo mujer. También se ajustaban los tiempos a estos espacios, estando situados el ocio y los cuidados completamente al margen del período productivo.
Sabemos que el tiempo se disfruta de forma diferente en función de circunstancias vitales tales como la actividad desarrollada, la edad o el sexo. Tenemos un reto que es conseguir que la relación entre la vida laboral, personal y familiar sea armónica y equitativa, además de situar el tiempo de las personas, no sólo el laboral, en el centro de un nuevo modelo de articulación social. Así, la vida cotidiana y la ciudad son escenarios que muestran la vinculación entre el ámbito laboral y doméstico-familiar de las personas, siendo el tiempo el eje que articula nuestra vida.
Estando en la era de la innovación y la creatividad, donde las personas somos el centro de las políticas y de los planes de futuro, no se entiende que todavía hoy en día se mantengan rígidos horarios y largas jornadas como eje central de la llamada productividad. Relacionar horas de presencia con mayor competitividad es un error, ya que está demostrado que las largas jornadas contribuyen a una disminución de la creatividad y de la capacidad de resolución de problemas, a un aumento importante de niveles de estrés y de insatisfacción, además de conllevar riesgos físicos y psicosociales.
Considero que sería interesante reflexionar sobre los diferentes modelos de organización en aras a conseguir mayores cotas de eficiencia, eficacia y equidad de género. La innovación en los usos del tiempo supone una oportunidad en época de crisis, es un medio para mejorar algunos de los retos sociales actuales como son el envejecimiento de la sociedad, la baja tasa de natalidad o la sostenibilidad medioambiental
Ya desde la Unión Europa y la ONU, a través de diferentes resoluciones y directivas, están instruyendo un modelo de organización social corresponsable, que mejore sustancialmente la conciliación de la vida personal, laboral y familiar y que se ejerza como derecho, el derecho al tiempo de las personas.
Desde el Ayuntamiento de Bilbao, junto con la Diputación Foral de Bizkaia, hemos impulsado la creación de la Red DEnbbora, un espacio público-privado donde participan empresas y entidades que ya han apostado por generar e impulsar acciones y prácticas en la gestión de sus horarios y de sus tiempos
Participan en esta Red empresas grandes, pequeñas, medianas y micropymes y todas ellas nos comentan que se encuentran inmersas en procesos de cambio donde es posible generar diversas prácticas como son: mayor flexibilidad en horarios de trabajo, reducir el impacto que tiene la presencialismo posibilitando la utilización de otros lugares como espacios de trabajo o el fomento del trabajo por objetivos. Algunas de estas prácticas han sido posible gracias a la implantación y desarrollo de las nuevas tecnologías, que facilitan el intercambio y el equilibrio entre el tiempo dedicado a los trabajos remunerados y el tiempo que se dedica a las tareas de cuidado y ocio personal.
Relatan, así mismo, que las actuaciones puestas en marcha son consustanciales a la propia cultura de la empresa, pero concluyen que en general mejora la productividad de la empresa, hay menor rotación, existe espacio para desarrollar los proyectos y esta apuesta por los usos sociales del tiempo se convierte en un atractivo para querer trabajar en la empresa.
Sin lugar a dudas, la puesta en marcha de esta Red ha posibilitado establecer una estrategia innovadora y creativa, e implicar a todos los y las agentes y actores de esta sociedad. Además se incorpora de forma concreta y precisa la igualdad de mujeres y hombres en el centro de las estrategia empresarial y del compromiso político, factores todos ellos fundamentales para construir una sociedad bilbaina justa e igualitaria.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]