- La paralización de la actividad por la COVID-19 se hace sentir en el negocio asegurador en 2020
- Los seguros de vida, automóviles y empresas reducen sus ingresos por la situación económica adversa
- El ahorro gestionado por las aseguradoras se mantiene en torno a 194.000 millones de euros
Los ingresos de las aseguradoras por primas a cierre de 2020 se situaron en 58.850 millones de euros, un 8,30% menos que un año atrás. El descenso se debe, principalmente, a la paralización económica generada por la irrupción de la pandemia de la COVID-19 y las medidas adoptadas para contenerla. Es importante destacar que el sector asegurador preserva unos niveles de solvencia elevados que superan con creces las exigencias que marca la regulación y que también ha mantenido el servicio a sus clientes con normalidad a lo largo del ejercicio.
De los ingresos logrados en el año, 37.046 millones de euros correspondieron al ramo de no vida y los 21.804 millones restantes al de vida, según muestran los datos provisionales recabados por Investigación Cooperativa de Entidades Aseguradoras (ICEA). Las líneas de negocio que más han acusado la caída de la economía española han sido los seguros de vida ahorro, automóviles y diversos.
La facturación del negocio de vida, reflejada en los ingresos por primas, menguó al cierre del cuarto trimestre un 20,78% en términos interanuales. El volumen del ahorro gestionado a través de seguros se ha mantenido, no obstante, estable. Las provisiones técnicas se situaron en 193.826 millones de euros al acabar diciembre, una cantidad muy parecida a la de 12 meses atrás.
Los seguros del automóvil redujeron su facturación un 1,96% en términos interanuales y cerraron 2020 con unos ingresos de 11.091 millones de euros. Entre tanto, los seguros diversos aportaron 8.819 millones. Es decir, un 0,73% menos. Esta categoría agrupa distintas protecciones, muchas de ellas ligadas a la actividad económica. Aparece en las tablas de la presente nota de prensa bajo el término “resto no vida”.
A pesar de los descensos experimentados por automóviles y diversos, la facturación del ramo de no vida se ha mantenido en positivo. Los seguros que protegen inmuebles crecieron un 3,08%, hasta los 7.753 millones. Entre tanto, la partida de seguros de salud repuntó un 5,01% a cierre de año, hasta los 9.383 millones.