Las compañías aseguradoras se han visto obligadas por la pandemia a impulsar la transformación de las formas de trabajo y de los modelos de negocio. Este periodo pandémico ha sido una muestra de «la velocidad a la que se transforman los negocios», reflexiona Luis Redonet, el socio de Seguros de NTT DATA en el observatorio La innovación tecnológica y la transformación digital en seguros, organizado por EXPANSIÓN y NTT Data.

Los expertos del sector coinciden en la idea de que la tecnología es la vía para acelerar los nuevos modelos de negocio. Una línea en la que insiste Christophe Mario, Chief Information Officer (CIO) de Mutua Madrileña, que resaltó la abundancia de proyectos tecnológicos que manejan las aseguradoras en la actualidad. «El 99% de los planes están relacionados con la tecnología. Pero hay que ver cómo somos capaces de implantarlos con nuestro modelo de negocio», indica Mario.

En el sector asegurador hay consenso ante la idea de que para quien las últimas innovaciones tecnológicas deben servir «para dar un acompañamiento completo al cliente durante todo su ciclo vital». «Hay que configurar la oferta para que se ajuste lo mejor posible a sus necesidades. En eso, la tecnología refuerza nuestro rol», plantea Rubén Muñoz, director general de Tecnología y Operaciones de Santalucía.

Según Óscar Pallisa, CIO de Zurich, «el nivel de palanca de la tecnología se ha multiplicado por seis». «El objetivo ahora es dispersar ese conocimiento tecnológico dentro de las unidades de negocio», aseveraba.

Nuevos jugadores

Una parte importante de esta transformación digital viene de la mano de los grandes jugadores tecnológicos, que impulsan la creación de ecosistemas digitales, que proporcionan a las aseguradoras nuevas herramientas con las que agilizar la toma de decisiones y estrechar su relación con el cliente.

De acuerdo con Victor Moro, Chief Information Officer de Mapfre, el sector está en un momento en el que debe «evaluar los rendimientos de mudar a las nuevas capacidades», como la nube, recomienda el directivo de Mapfre. «Hemos sido un sector que nos hemos construido nuestra tecnología», añade.

Para Inés Redín, directora de Medios de VidaCaixa, la adopción completa del cloud es una materia todavía pendiente. «Tenemos que definir cómo va a ser esta transición. No obstante, nosotros hemos migrado ya unas 40 aplicaciones» a la nube, explica Inés Redín, directora de Medios de VidaCaixa. «No podemos oponernos a estos cambios», añade.

Jorge Alba, CIO de AXA, destaca que lograr una conciliación completa de las nuevas tecnologías con todas las áreas de negocio supone uno de los principales retos del sector. «Si no transformamos la parte menos atractiva de nuestras compañías, estamos haciendo una transición de cartón-piedra.

Según Alba, hace falta una labor pedagógica dentro de las propias organizaciones para «convencer y culturizar» de la magnitud del desafío de la transformación digital.

La capacidad tractora de las grandes firmas tecnológicos ha supuesto una revolución para las aseguradoras. Rubén Muñoz subraya que estas compañías son capaces de marcar «la ruta a seguir» para toda la industria. «Te dirigen por la fuerza que tienen, es difícil resistirse a las soluciones que ellos mismos evolucionan. Al final actuamos con cierto seguidismo», confirmaba el director de Santalucía.

Esta capacidad para condicionar al sector ha supuesto «una revolución» para Christophe Mario. «Son socios de los que no podemos prescindir, pero que tienen modelos de trabajo diferentes de nuestros socios tradicionales, es importante encontrar la mejor forma de sacar el máximo rendimiento a la hora de tratar con ellos», advierte el Chief Information Officer de Mutua.

Los ‘one team’

Y estas transformaciones tendrán también su repercusión en las propias estructuras internas de las compañías, con un método cada vez más presente: los one team. Este nuevo concepto busca adaptar los equipos de trabajo de las organizaciones para acompasar esa agilidad proporcionada por las innovaciones tecnológicas.

En palabras de Rubén Muñoz, el one team se basa en aunar «en un único equipo en el que participan todos los componentes de diferentes áreas en el momento en el que sea necesario. Es algo que contribuye a ser ágiles, pero es difícil de aplicar», explica Muñoz. «Tenemos que dedicar a nuestra plantilla a realizar tareas que aporten valor. Para nuestros equipos es mucho más enriquecedor», opina Inés Redín.

No obstante, para Victor Moro, CIO de Mapfre, la transición a «estructuras líquidas» requiere de un esfuerzo importante de las compañías, además de un talento difícil de encontrar en el mercado laboral.

«La solución a este problema pasa por dar formación interna a nuestras plantillas y adoptar herramientas, como la inteligencia artificial», apostilla.

En este sentido, Luis Redonet afirma que el sector está «compitiendo» por ese talento, a la vez que las formas de trabajo se han transformado con la pandemia. «Tenemos que aprender a trabajar de forma deslocalizada, estamos en un mundo de recursos escasos», añade.

Los ponentes señalaron el último componente necesario para consolidar los beneficios de los cambios tecnológicos en la cuenta de resultados: la paciencia. «Las inversiones generan eficiencias al final del proceso y necesitan de un ejercicio transformador importante», sentenciaba Luis Redonet.