Todo el mundo quiere inteligencia artificial, machine learning, big data. Ello hace que la presión por obtener resultados sea brutal y al mismo tiempo, más difícil que nunca. Creo que nuestro principal reto es no perder el foco y centrarnos en lo que realmente aporta valor para el negocio y, lo más importante, para la experiencia de nuestros clientes y, de ese modo, lograr ser referentes en el sector.
Entrevistamos a Susana Fuentes, Head of Data de Nationale-Nederlanden con motivo del Foro TICS organizado por Community of Insurance, Muy Segura y Seguros News.
-¿Qué aspectos de su trayectoria profesional destacaría como más relevantes hasta el momento? ¿Por qué han tenido ese especial significado para usted?
Lo más relevante que me ha pasado en mi trayectoria profesional, y también personal, es el momento que me di cuenta de que no hay nada imposible. No se trata de llevar la afirmación al extremo sino de aplicarla para conseguir desarrollar todo el potencial de las cosas. Un error no es un fracaso, solo es una manera de descubrir cómo no se hacen las cosas. Y una vez que ya sabes cómo no se hacen, a seguir explorando. Creo que en la cultura española se castiga demasiado el error y se experimenta demasiado poco. Además, pasé por una enfermedad muy difícil que me hizo transformar completamente mi visión del mundo. Parece un cliché decir esto, pero cuando ves que tu futuro se acorta a días, todo cambia. Dejan de importante muchas cosas irrelevantes y te centras en lo que te hace feliz. Perdí el miedo a equivocarme y, a cambio, gané mucha fuerza vital. Aposté por los otros aspectos profesionales que también me hacen feliz. La docencia, principalmente, a la que ahora también me dedico. La suma de esa tracción ganada junto con la ausencia de miedo, creo que me ha transformado en una profesional con mucha más energía que transmitir y más posibilidad de conseguir seguir creciendo.
-¿Cuál es su estilo de liderazgo?
Creo que la labor principal de un líder es facilitar e inspirar. Una persona necesita tres cosas para conseguir grandes resultados: saber lo que tiene que conseguir, tener los recursos para poder hacerlo y la motivación para lograrlo. Como líder me corresponde trabajar en las tres líneas para hacer posible que las personas desempeñen su labor con confianza ofreciendo y asegurando los recursos que estén a mi alcance. Por ello, prefiero adoptar un rol de colaboración entre compañeros, donde el primer aspecto al que hacía referencia es algo compartido de todo el área y la Compañía, la asignación de recursos algo que me compete a mí directamente para finalizar con la motivación necesaria que es una labor continua con la que trato de hacerles ver cómo su trabajo es cada vez más relevante.
-¿Cuándo y por qué se vincula con Nationale-Nederlanden?
Llevaba muchos años trabajando en la misma empresa y, si bien, estaba muy feliz allí y tengo muchísimo que agradecerles; mi espíritu inquieto había empezado a llamar a la puerta y a no dejarme tranquila. Soy una firme creyente en aquello de «persigue lo que te haga feliz», así que empecé a escuchar nuevos proyectos y oportunidades. Tuve varias oportunidades muy potentes pero, por algún motivo, no me llenaban. Cuando Nationale-Nederlanden se cruzó en mi camino, lo tuve tan claro que hubiera pagado por venir (que no se entere mi jefe). Nationale-Nederlanden cuenta con la ventaja de contar con el apoyo de un proyecto internacional, con tecnologías de última generación y muchas oportunidades por explorar en el ámbito de los datos. Era perfecto y la decisión fue rápida. Por su parte, mi familia encantada de verme feliz e ilusionada, así que ellos tampoco tuvieron mucho que pensar. Tanto es así que mis hijos me piden constantemente una vista a mi oficina nueva.
-Desde su responsabilidad como Head of Data, ¿qué funciones más destacadas desarrolla y con qué objetivos?
Diría que mi principal misión es ayudar a diseñar productos y acciones concretas que faciliten y promuevan que los datos se conviertan en el eje vertebrador del trabajo del día a día. La estrategia de Nationale-Nederlanden está completamente dirigida a conseguirlo ya que, junto con personas y tecnología, los datos son uno de los pilares fundamentales. De modo que, mi labor principal es que termine convirtiéndose en una realidad. Tengo muchos y grandes retos por delante: cambiar la cultura de datos, ponderar el uso de la información, operativizar la inteligencia artificial, etc. Sin duda, toca remangarse pero la transformación digital de la Compañía en los últimos años ha dejado el camino perfecto para que, ahora, junto al mejor equipo de personas podamos dar el salto definitivo y convertirnos en una Tech Company basada en el buen uso de los datos.
-¿Qué retos afronta hoy el Seguro en relación con la Ciencia de Datos y su aplicación en este mercado? ¿Qué tendencias identifica y cuál es la situación particular de Nationale-Nederlanden en España?
El sector del seguro afronta una era de reinvención. Hasta hace no muchos años, la explotación potente de los datos era algo que hacían los departamentos actuariales y financieros y algunas start-ups. Hay otros sectores que ya llevaban 20 años aplicando técnicas de modelado muy sofisticadas. Ante esta situación, hace pocos años, la industria reaccionó con la ventaja de poder contar con la experiencia previa de otros sectores más adelantados. Desde entonces, el avance ha sido muy rápido y hemos sido capaces de ponernos al día muy deprisa asumiendo que, en algunos ámbitos, seguimos necesitando más experiencia. Ahora, nos encontramos en un momento de explosión del valor del dato lo que provoca que surjan montones de ideas y, por tanto, necesidades concretas que tienen que ser resueltas por perfiles profesionales muy especializados que empiezan a escasear. Todo el mundo quiere inteligencia artificial, machine learning, big data. Ello hace que la presión por obtener resultados sea brutal y al mismo tiempo, más difícil que nunca. Creo que nuestro principal reto es no perder el foco y centrarnos en lo que realmente aporta valor para el negocio y, lo más importante, para la experiencia de nuestros clientes y, de ese modo, lograr ser referentes en el sector.
-¿Cuál es su percepción acerca de la participación de la mujer en áreas relacionadas con la Ciencia y la Tecnología dentro de la industria aseguradora?
Procedo de una generación donde las «mujeres tech» éramos una palpable minoría. Recuerdo que en la universidad éramos cinco chicas en una clase de cuarenta alumnos. Hicimos piña, por supuesto, y aún tenemos relación. A grandes rasgos, no percibo que esa proporción haya cambiado: en mi equipo actual hay una mujer y cinco hombres. Es una proporción sesgada. Sé que hay mucho debate acerca de las causas de esa desproporción y, honestamente, no sé muy bien qué pensar. Quizá sea algo de las preferencias que nos inculcan (mi padre es ingeniero de telecomunicaciones y siempre hubo gadgets en casa) o quizá no. Pero, por si acaso, y porque creo que la tecnología es el futuro más claro que pueden tener mis hijos, los dos (chico y chica) están recibiendo estímulos STEM constantemente.
