- A diferencia del burnout, o síndrome del trabajador quemado, el boreout surge de la monotonía y la falta de retos en el entorno laboral y puede llegar a tener consecuencias negativas para la salud mental del empleado.
- Las personas que padecen este síndrome sienten que no son útiles y creen que sus tareas son demasiado monótonas y aburridas, lo que les provoca una sensación constante de aburrimiento, fatiga mental, irritabilidad o incluso ansiedad y depresión.
- Realizar tareas poco estimulantes, la escasez de oportunidades de promoción interna o no participar de forma activa en la compañía, así como estar sobrecualificado y no recibir reconocimiento laboral son las principales causas que pueden desencadenar en boreout.
El síndrome de boreout es una condición menos conocida pero presente en el ámbito laboral moderno, caracterizada por el aburrimiento y la falta de motivación crónica entre los empleados y, al mismo tiempo, por un estrés generalizado. Al igual que el burnout (síndrome del trabajador quemado), está entre los principales problemas que se plantean dentro de las empresas, ya que afecta de manera notable al bienestar de los trabajadores, pero a diferencia de este, el boreout surge de la monotonía y la falta de desafíos y puede llegar a tener consecuencias significativas para la salud física y mental del empleado.
El término “boreout” proviene de la palabra inglesa “boredom” (aburrimiento) y se trata de un cuadro de desmotivación laboral profunda y continuada vivida en forma de hastío y desinterés. Las personas que padecen el síndrome de boreout sienten que no son útiles y creen que sus tareas son demasiado monótonas y tediosas, o que no se corresponden con sus capacidades, ya sea por ser muchas o por no tener ninguna. Esto provoca, o bien que realicen su trabajo con mucha facilidad y se aburran porque les sobra tiempo durante la jornada laboral, o que se sientan menospreciados y tengan la sensación de que nunca podrán desempeñar trabajos de gran responsabilidad. De hecho, según el estudio Cigna 360-Vitality, cerca del 20% de los trabajadores en España dudan de sí mismos y de su trabajo realizado. En ambos casos, este aburrimiento extremo desemboca en síntomas como la sensación constante de fatiga mental, irritabilidad, falta de concentración, aislamiento social o una fuerte indiferencia ante las tareas dentro de la empresa, un bajo estado de ánimo que puede generalizarse y afectar, incluso, al terreno personal.
“Aunque solemos asociar el aburrimiento con el descanso, no siempre es así. En este contexto, el aburrimiento genera inquietud y ansiedad debido a la sensación de que el tiempo no avanza y, sobre todo, de no ser productivos y procrastinar. De la misma manera, una persona que trabaja desde la desmotivación, y la falta de estimulación intelectual, no hará sus tareas profesionales de la misma manera que cuando está motivado y siente que pertenece a la empresa. Trabajar el propósito de lo que hacemos y una comunicación adecuada para que todos veamos el impacto de nuestro trabajo diario es fundamental para crear entornos laborales positivos.”, señala Amira Bueno, directora de Recursos Humanos de Cigna Healthcare España.
Ante esta situación, los expertos de Cigna Healthcare han detectado las causas más frecuentes del síndrome de boreout para que las empresas aprendan a identificar los síntomas a tiempo preservando, así, el bienestar de sus empleados:
Tareas poco estimulantes o monótonas. Por regla general, los empleados que no realizan un esfuerzo intelectual significativo en su trabajo, o repiten las mismas tareas sin desarrollar nuevas habilidades, pueden sentirse desmotivados y que su aportación es poco relevante. Para combatir el aburrimiento crónico, se recomienda asignar a los empleados diferentes tareas que les supongan retos distintos y nuevas oportunidades para desarrollarse personal y profesionalmente. Estas acciones no solo ayudarán a mantener el dinamismo dentro de la empresa, sino que hará que los trabajadores estén motivados y sientan que se les valora por lo que son y no sólo por cuánto producen.
Ausencia de oportunidades de promoción interna. La sensación de “estancamiento laboral” es una situación que muchas veces deriva en una falta de interés y desmotivación general por el trabajo realizado. Dentro de las estrategias de fidelización, las empresas pueden ofrecer oportunidades de capacitación y desarrollo profesional, como cursos, talleres o programas de mentoría, para ayudar a los empleados a crecer dentro de la compañía, a explorar nuevas áreas para ver en cual se sienten más cómodos, y mejorar el compromiso con su trabajo diario.
Falta de participación, o implicación, activa. La participación de los empleados es un componente clave del éxito de las empresas. Aquellas compañías que fomentan una cultura de apoyo y comunicación abierta entre sus equipos consiguen mayor compromiso y satisfacción por parte de los empleados con sus responsabilidades al sentirse parte de un todo. Esto facilitará, a su vez, que se sienten capacitados para enfrentar las tareas, proponer nuevas ideas y construir relaciones más sólidas con el resto de compañeros. En este sentido, es fundamental que las empresas tengan bien definidos sus valores fundamentales y su impacto en la sociedad, ya que un propósito corporativo compartido influye positivamente en la motivación de los empleados.
Escaso reconocimiento laboral. La falta de reconocimiento puede generar desmotivación y desgaste en los empleados y una disminución en su productividad, contribuyendo al estrés laboral y al agotamiento. Los empleados pueden sentir que no importa cuánto se esfuercen, ya que nunca recibirán el reconocimiento que se merecen. Esto puede llevar a una sensación de desesperanza y desgaste emocional que acabe por afectar negativamente a su salud mental. Para que los empleados mantengan la motivación, y el compromiso, deben sentir que realizan un trabajo de valor, y que contribuyen con su aportación a los objetivos globales de la compañía.
Sobrecualificación en el trabajo. Disponer de personal altamente capacitado puede verse como una ventaja para las empresas, ya que este tiende a ser más productivo y a realizar las tareas con mayor facilidad. No obstante, si los empleados sienten que están más preparados de lo que su puesto requiere, puede que experimenten frustración o que entren en conflicto con compañeros del equipo que no estén tan cualificados. Ofrecerles mayor autonomía para demostrar la confianza depositada en este tipo de perfiles, o aprovechar sus habilidades complementarias para innovar en proyectos atípicos pueden ser dos estrategias de gran utilidad para retener el talento.