- Las revisiones ginecológicas con citología vaginal son el método más efectivo de detección precoz.
- El cáncer de cuello uterino es el cuarto tipo de cáncer más común entre las mujeres, con una incidencia de 600 000 nuevos casos aproximadamente en 2022, según datos de la OMS.
En el marco de la Semana Europea de Prevención del Cáncer de Cuello Uterino es necesario recordar que, según la OMS, esta enfermedad es el cuarto tipo de cáncer más frecuente en las mujeres de todo el mundo. Sin embargo, el cáncer de cuello uterino, o cáncer cervical, es prevenible y tratable si se detecta de manera temprana.
Es un tumor que se origina, en la mayoría de los casos, por la infección con el virus del papiloma humano (VPH) y puede presentarse en mujeres de cualquier edad. Aunque el VPH es el factor de riesgo más importante, también influyen otros como el tabaco, el herpes genital, contar con antecedentes en la familia y mantener relaciones sexuales sin protección, entre otros.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se diagnostican más de 600.000 casos nuevos de cáncer de cuello uterino en el mundo. “La frecuencia este tipo de cáncer ha disminuido mucho en los países desarrollados en los últimos 30 años debido, en parte, a la realización periódica de las citologías. En la actualidad existen además vacunas frente a los principales genotipos del VPH que se ha demostrado altamente eficaces (casi 100 %) en la prevención de la infección de los genotipos de alto riesgo del VPH. Estas vacunas ofrecen protección contra los genotipos 16 y 18, responsables de aproximadamente el 70 % de los casos de cáncer de cuello uterino”, explica Margarita Feyjoo, jefe servicio Oncología Hospital Universitario Sanitas La Moraleja.
La prevención del cáncer cervical comienza con la adopción de hábitos saludables y el autocuidado. Por eso, aunque el virus del papiloma humano (VPH) es el principal causante, existen estrategias efectivas que pueden reducir notablemente el riesgo de desarrollar esta enfermedad:
· Acudir a revisiones anuales: las revisiones ginecológicas anuales son fundamentales para detectar de manera temprana cualquier alteración en el cuello uterino. Estas consultas no solo permiten identificar lesiones precancerosas, sino que también son una oportunidad para informarse correctamente sobre la prevención y la importancia de la vacuna contra el VPH. Además de la citología, la prueba de detección del VPH es un método cada vez más utilizado por su alta sensibilidad en la identificación de infecciones de alto riesgo.
A este respecto, Virginia del Palacio, psicóloga de Blua de Sanitas señala que “el miedo a un posible diagnóstico puede generar ansiedad, pero las revisiones anuales son una herramienta fundamental para afrontarlo. Estas revisiones son las que permiten, en caso de detectar algo, desarrollar un diagnóstico temprano. De esta manera afrontar y procesar la situación siempre será más sencillo”.
- Practicar sexo seguro: la mayor prevención comienza con una vida sexual responsable. Usar la protección adecuada durante las relaciones reduce el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual, incluido el VPH. Estas prácticas, combinadas con la vacunación contra el VPH, disminuyen el riesgo de aparición de cáncer de cuello uterino.
- Vacunación masculina: aunque el cáncer de cuello uterino afecta solo a las mujeres, vacunar a los hombres contra el VPH reduce la transmisión del virus y contribuye a una disminución global de los casos. Esta estrategia amplía la protección comunitaria frente al VPH.
- Atención en mujeres mayores: la prevención y detección no deben detenerse después de la menopausia, ya que el cáncer de cuello uterino puede aparecer en mujeres mayores
- Evitar fumar: el tabaco contiene sustancias químicas que debilitan el sistema inmunológico y dificultan la capacidad del cuerpo para combatir infecciones, como el virus del papiloma humano (VPH). Además, fumar daña las células del cuello uterino, haciéndolas más vulnerables a convertirse en cancerígenas.
- Cambiar los malos hábitos de estilo de vida y alimentos: una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, cereales integrales y baja en grasas saturadas, fortalece el sistema inmunológico en general. En este sentido, incorporar actividad física regular y mantener un peso adecuado ayuda a prevenir enfermedades crónicas que pueden aumentar el riesgo de aparición de cáncer.
“La educación y formación sexual desempeñan un papel crucial en la prevención del cáncer de cuello de útero, especialmente al aumentar la concienciación sobre el virus del papiloma humano (VPH), su transmisión y las medidas de prevención. Es esencial que los jóvenes comprendan la importancia de la vacunación contra el VPH, así como de las prácticas sexuales responsables y del acceso a controles periódicos como las citologías o pruebas de detección”, añade Ana María Román, jefe de servicio de Ginecología y Obstetricia de Hospital Universitario Sanitas La Moraleja.
En línea con esto y con el objetivo de aumentar el nivel de concienciación, en el Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela se imparte un taller mensual sobre el Virus del Papiloma Humano. En él, los participantes pueden conocer más sobre su historia natural, qué pueden hacer para tratar la infección o cuáles son los factores de riesgo para que se desarrolle un cáncer de cérvix.
Como parte del compromiso con la prevención, el diagnóstico y el tratamiento del cáncer, Sanitas cuenta con Instituto de Oncología Avanzada (IOA) en el Hospital CIMA con el fin de ofrecer toda la innovación en oncología. Este centro se posiciona como un referente en la atención integral contra el cáncer, con tecnología de vanguardia y un enfoque personalizado para cada paciente.