Escribe: Maciste Argente, Presidente de APROCOSE
Cuando una Organización decide celebrar un congreso todo responde a una dinámica y hoja de ruta perfectamente establecida y que viene a responder, aproximadamente, al siguiente guión: motivo del congreso, lema, lugar, fechas, temas-ponencias-ponentes, moderadores, autoridades, responsables de las Administraciones, invitados, programa de acompañantes, etc…
Una vez dado el pistoletazo de salida las personas responsables de llevar a cabo el proyecto inician un importante trabajo con el único objeto de conseguir que el congreso alcance el nivel de calidad, participación y expectación en base al cual fue concebido.
Durante todo este tiempo, meses, de preparación se suceden las gestiones, los contactos son continuos, las videoconferencias se suceden unas a otras tratando de ir tomando decisiones que paso a paso van dando forma y materializando la idea original que sirvió como motivación aglutinadora de personas y voluntades para hacer posible la celebración de un congreso profesional a nivel nacional.
Hasta aquí de manera muy sencilla lo que supone la “trastienda” de la organización de un congreso como el que en estos momentos ya está prácticamente a punto de celebrarse y que ha sido organizado por Fecor con el objeto de reunir en un mismo foro a la mayor parte posible de corredores de nuestro país, con independencia de cuál sea la Organización u Asociación a la que pertenezca, pero desde el convencimiento de que todos debemos de sumar por más que individualmente no seamos más que un grano de arena en el mar.
Es precisamente ese sentimiento de grupo, de unión, de lobby en definitiva, lo que queremos que prevalezca en este congreso que ya está llamando a las puertas y que además se va a celebrar en una ciudad, Valencia, que desde su larga historia se ha caracterizado precisamente por ser una tierra integradora de personas y culturas.
Aun siendo complejo la parte técnica y de intendencia del congreso la misma depende del esfuerzo y del trabajo de cuantos nos hemos comprometido desde Fecor en la organización del mismo y que, a la espera de su celebración y de la valoración posterior de los asistentes, creemos haber conseguido y tenemos la seguridad de que sus contenidos serán muy positivamente valorados por la inmensa mayoría de cuantos tengan/tengáis la deferencia de compartir con nosotros estos dos días de encuentro de reflexión y de trabajo.
Lo que no depende de cuantos hemos colaborado, en la medida de nuestras capacidades, en esta organización es precisamente conseguir el favor, y tal vez por qué no decirlo también la indulgencia y comprensión, de todos nuestros compañeros de profesión para que desde una reflexión sosegada lleguen al convencimiento de que el entorno hostil que nos rodea necesita ser combatido precisamente con actitudes profesionales y valientes de cuantos formamos parte de esta bendita profesión a la que sin duda tanto le debemos, estoy convencido de que es muchísimo más lo que nos une que lo que nos separa.
Si como nosotros llegáis a esta conclusión y estás convencidos de que nadie vendrá a resolvernos nuestros problemas os invitamos en nombre de cuantos formamos parte de Fecor a que hagáis hueco en vuestras agendas y que nos acompañéis en nuestro congreso con el convencimiento de que al finalizar el mismo llegareis al convencimiento de que el esfuerzo ha valido la pena y que el retorno recibido a cambio del mismo compensa con creces lo aportado por cada uno de nosotros.
Llegado ya a este punto solamente nos queda animaros a acompañarnos durante estos dos días y emplazaros a las conversaciones y contactos que sin duda vamos a tener la oportunidad de mantener todos a lo largo de estas jornadas de celebración de nuestro III Congreso.