(N.E. Iniciamos la publicación de 3 artículos sobre coaching empresarial que esperamos sean de interés para nuestros lectores. Nunca como ahora se nota la necesidad de entrenamiento en buenas prácticas. Víctor nos ayuda a ello y se lo agradecemos mucho)
Escribe: Víctor M. González, fundador y CEO de la Central del coaching
Antes de meter las manos en la harina del coaching, me gustaría agradecer a mi amigo César García González y a Carlos Biurrun la invitación a colaborar en este excelente blog profesional.
¿QUÉ ES COACHING?
El origen etimológico del concepto coaching viene de un carruaje húngaro para el transporte de pasajeros se llamaba kocsi, palabra que se traduce al alemán como kutsche, al italiano como cocchio,y al francés como coach.
Se entiende, pues, que el término coaching que en la actualidad utilizamos proviene de la palabra francesa coach que significa “vehículo para transportar personas de un sitio a otro”.
En idioma inglés también encontramos la palabra coach asociada a diferentes formas de transporte como pueden ser: coach driver (conductor); coach station (estación de autobuses), etc. Caminando un poco más por la historia nos encontramos a finales del siglo XVIII en Inglaterra, donde estos carruajes tirados por caballos se transformaron en un deporte practicado por la alta sociedad. Este nuevo deporte se llamó Coaching.
Creo firmemente que la traducción más inspirada para definir qué es coaching sería precisamente esa imagen de un cliente que se sube a un vehículo y que le dice al conductor dónde quiere ir, y éste le ayudará llegar a su destino, incluso respetando el itinerario que ese cliente quiera realizar.
En el terreno académico y profesional se puede decir que el coaching como disciplina nace de la mano de Sir John Whitmore, autor de “Coaching for Performance”, un londinense que basándose en las ideas de Tim Galleway, autor de “The Inner Game”, funda una escuela de entrenamiento deportivo donde aplica las técnicas de Galleway, primero en un ámbito estrictamente deportivo, y luego extendiendo esta práctica al ámbito directivo empresarial, al desarrollo de las organizaciones, siempre dentro de unos parámetros de valores humanistas y sostenibles con el entorno.
John Whitmore se define como un entrenador de aptitudes, de talentos y de recursos. Un facilitador que ayuda a pensar por sí mismo, a encontrar las respuestas y descubrir el potencial que nos llevará por el camino adecuado para conseguir el éxito buscado, es decir, que te va a acompañar en un viaje hacia el destino que tú te marques, haciéndote reparar en tus limitaciones y en tus capacidades, en tus recursos y en tus habilidades, y que te hará sacar y dar lo mejor de ti mismo en pos de esa meta.
Whitmore desarrolló y popularizó el método GROW de Graham Alexander y Alan Fine. Este método consiste en una conversación al estilo socrático, en el que mediante varias herramientas y dinámicas, pero sobre todo mediante preguntas y respuestas,
– se avanza en la definición de objetivos (G → Goals → Objetivos);
– en la toma de conciencia de la realidad del cliente y de los recursos, habilidades y capacidades de los que dispone (R → Realyty & Resources → Realidad y Recursos);
– se plantean las opciones entre las que el cliente elige la que considera más adecuada para alcanzar sus metas, y también los obstáculos que puede encontrar en el camino (O → Options & Obstacles → Opciones y Obstáculos); y por último,
– traza un plan de trabajo, un camino a seguir y con el que se compromete consigo mismo a cumplir en un plazo determinado (W → Work & Way → Trabajo).
El coaching no es una carrera académica al uso, ni una especialidad de alguna ya existente (cómo algunos se empeñan en hacer creer). El coaching es una relación profesional en el que coach ayuda y acompaña en su camino al cliente, ya sea individual o grupal, en su desarrollo personal ó profesional. Y para ello se alimenta de varias ciencias, disciplinas, metodologías y herramientas: psicología, sociología, antropología, programación neurolingüística (PNL), análisis transaccional (AT), mayeútica, dialéctica, filosofía (idealista, existencialista, humanista, etc…), teatro, fenomenología, didáctica, hermenéutica, pedagogía, pensamiento Zen, constructivismo, lingüística, teoría de sistemas, estructuralismo, escuela de Palo Alto, terapia familiar, terapia breve, etc…. es por ello que la formación permanente y la vocación investigadora (a la que volveremos en posteriores artículos) debe ser una constante en el trabajo de un coach profesional.
Víctor M. González Coach (especialista en coaching sistémico)
Profesor Asesor Editorial Fundador y CEO de LA CENTRAL DEL COACHING |