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Luis Recoder nos habla de la importancia de la convicción de los líderes de las empresas y de las políticas activas, para que el valor de la igualdad llegue a cada uno de las personas que forman parte de las organizaciones.
Él siempre ha tenido esa convicción y la ha aplicado, tanto durante todos los años dedicados a la vida pública, como ahora desde el sector privado, desde donde sigue impulsando las políticas “activas” de igualdad implantadas en KPMG.
Mar Ramos, coordinadora del II Plan de Comunicación de Mujer&Emprendimiento de Community of Insurance
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Escribe:Lluis Recoder, Socio de KPMG Abogados
Para mi es inconcebible imaginar una sociedad donde mujeres y hombres no tengan igual capacidad de decidir su recorrido profesional. Esta convicción que seguramente en el plano teórico es compartida por la inmensa mayoría de nuestra sociedad, para hacerla realidad requiere de políticas activas, ya que la neutralidad implica someter a las mujeres en su desarrollo profesional a una constante carrera de obstáculos perpetuando así una situación de desigualdad. Pero las políticas activas requieren ante todo mucha convicción ya que al fin y al cabo acostumbran a ser costosas para la empresa.
De entrada se necesita convicción por parte del líder: en todas las organizaciones se respira y transpira la actitud de quien lidera, si el máximo responsable de la empresa cree en el valor de la igualdad ello penetrará como lluvia fina en todos los rincones de la firma y posibilitará la implementación de las políticas de género. Un ejecutivo puede creer en la igualdad por una simple cuestión de valores personales como es mi caso y he intentado aplicar a lo largo de mi recorrido profesional, pero también existe una motivación eminentemente práctica y es que cada vez es más evidente que los clientes en general y los de las empresas de servicios profesionales en particular, valoran la diversidad en sus proveedores de servicios, y tal y como establece el Charter de la Diversidad promovido en su día por el Ministerio de Igualdad y la Fundación para la Diversidad y firmado por KPMG “la dirección de personas en las organizaciones debe romper con la noción, subyacente en muchas prácticas tradicionales, de que la comunidad de personas que trabajan en la organización constituye una categoría homogénea, indiferenciada”
Alcanzar la diversidad de género es objetivo prioritario, y ya es muy tangible en los niveles más junior de una firma como KPMG donde el porcentaje de incorporaciones de mujeres en el último año está equiparado al de hombres. Pero el objetivo es ofrecer las mismas oportunidades de desarrollo de la carrera profesional futura a las mujeres de reciente incorporación o incrementar a corto plazo el tanto por ciento de mujeres en los niveles de dirección. Todo ello requiere de intención y de políticas proactivas.
Un paso importante en la gestión de la igualdad de género ha sido la aprobación del Plan de Igualdad. El programa es una herramienta de gestión para integrar la igualdad de oportunidades en las diferentes áreas de gestión empresarial, además de cumplir con la normativa vigente y fomentar la eliminación de desigualdades entre hombres y mujeres. El plan establece el análisis y diagnóstico de la situación actual de KPMG en cuanto a igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, define una serie de objetivos de mejora basados en los resultados obtenidos y pretende reducir los desequilibrios internos y garantizar la igualdad de trato. Todo ello se concreta en una serie de programas eminentemente prácticos que ya se están desarrollando y que pretenden favorecer la conciliación personal y profesional a través, por ejemplo, de permisos retribuidos, flexibilidad horaria o programas de trabajo desde el hogar.
No me cabe ninguna duda del impacto positivo que estos programas y otros que vendrán han de tener en el objetivo de garantizar la igualdad de género en el desarrollo de la carrera profesional, como también estoy seguro que el impulso continuado y tenaz que se necesita para promover el cambio vendrá fundamentalmente de la convicción que las firmas de servicios profesionales hemos de incorporar la diversidad como un valor que nos ayuda a ser mejores y a responder convenientemente a las demandas de nuestros clientes.