Más de un centenar de personas, representantes de instituciones y directivas, se han conjurado el 17 de junio en Bilbao liderados por Community of Insurance (COI) para dar el espaldarazo definitivo a la igualdad de la mujer. Este sueño hecho realidad nació de la conversación ocasional en el trayecto Algorta-Bilbao entre la empresaria Marta Aburto y Carlos Biurrun, socio y fundador de Community of Insurance.
El III Foro mujer&igualdad y emprendimiento, celebrado en la Universidad de Deusto con el patrocinio del Ayuntamiento de Bilbao, DAS, everis, Gistek y Zurich y apoyo de Deusto Business School y Met Community, representa un punto de inflexión en el largo camino de la incorporación del talento femenino a la empresa, particularmente al escalafón directivo. Un camino trabado por cifras como éstas:
- En España en 2016 existe el 26% de mujeres en cargos directivos vs 56% de población femenina, según datos de Grant Thornton que puso sobre la mesa su Socia responsable de laboral, Aurora Sanz. Eso lleva a pensar en una pérdida de recursos, lo cual si se sigue así va acostar 40 años alcanzar la paridad;
- Hemos pasado en seis años, según datos de EADA e ICSA, de un 19,5% a un 11% en mujeres directivas, como recordó en el Foro Ohiane Agirregoitia, Concejala del Área de Juventud y Deporte del Ayuntamiento de Bilbao
- En 2012 la brecha salarial era de un 12% y ahora estamos en un 17%;
- El 55% de las personas en el sector seguros son mujeres, pero no llegan ni a un 7% las que ocupan cargos directivos;
- El 80% de los trabajadores de empresas españolas que tienen hijos demandan más medidas relacionadas con el cuidado de la infancia;
- Estamos, como apunta Tontxu Campos, de Innobasque, citando datos del Global Entrepreneurship Monitor (GEM 2015/2016 Global Report) ante un problema internacional: las mujeres manifiestan menos intención de emprender, emprenden menos aún, y aún estando mejor formadas que los hombres, contando con menos fracaso en sus negocios, y aportando una visión más innovadora en productos y servicios, son apenas la mitad. Las barreras que se topan, identificadas por la Fundación Kauffman, son la falta de role models y mentores, la aversión al riesgo, el sentimiento de inferioridad, y la falta de acceso a la financiación.
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La figura del mentoring, precisamente, se antoja esencial para coser esta brecha, y tanto empresas como Everis, con su Red de Mentoras que describió Flora García, Head of People Partners, como Sonia Calzada, directora de Siniestros de Zurich, que defendió las redes, e instituciones como MET Community, plataforma internacional con presencia en seis países, lo corroboran acompañando a mujeres emprendedoras para cambiar las cosas a través de formación, comunicación y networking. Porque, como apunta Virginia Gómez, hay que tratar de crear más mujeres ejecutivas y menos mujeres directivas.
Directivas… y ejecutivas como Marta Uriarte, Directora gerente del Puente Colgante, cuyo testimonio sobrecogedor hasta llegar arriba, plagado de culturas paternalistas, humillaciones, cultura inmovilista, círculos exclusivos y cerrados donde la mujer incomoda, abusos de poder, tratos vejatorios y bromas machistas (bromas machistas que no deberían ser toleradas en ninguna circunstancia como señaló Vicente Cancio, CEO del Grupo Zurich en España, con rotundidad, “con los chistes machistas, toleranci 0”), la llevó hacia una autoexigencia tal que pasó su embarazo escondida en el baño para vomitar. Pero con esta disciplina, sentido del humor, ilusión, trabajo y esfuerzo, dio una verdadera lección, venciendo clichés como éste de Leslie M- McIntyre:
«Nadie hace objeciones a una mujer por ser una buena escritora, escultora o bióloga, si al mismo tiempo se las arregla para ser una buena esposa, buena madre, estar bien maquillada, de buen humor, elegante y no es agresiva»
Directivas… y ejecutivas como la propia Flora García, empeñada en mejorar un funnel marcado porque entran menos en su sector (27%), y sólo el 10% terminan siendo partners. ¿Cómo hacerlo? Con el empuje de la gente nueva, donde ya no se perciben esas diferencias de trato de fondo machista, y con el flexible working: lo importante es poder ser muy flexibles para hacer lo que tienen que hacer. Algo que tiene que ver, y mucho, con la conciliación, cuyas claves desplegó Roberto Martínez, Director de la Fundación Másfamilia, entendida no como el qué sino como el cómo, una palanca de gestión que se traduce en resultados, porque no es lo mismo conciliar que gestionar.
Y no cabe encontrarse con ese jefe directo que te espeta: “Tú verás”, cuando acudes por ese permiso para ocuparte de los hijos, algo que hay que desfocalizar en la mujer, en una lucha constante que pase por detectar, gestionar y crear un ambiente para que florezca el talento, más que la intervención legislativa, vía cuotas o permisos parentales, que en la conjura defendieron más los hombres, como Carlos Biurrun o Roberto Martínez, que las mujeres, como Sonia Calzada o Marta Uriarte.
Y, sobre todo, intentando revertir esa sensación de las mujeres como menos competentes, con un punto menos de ambición, e incluso de voluntad, y falta de referentes mujeres, esa distinto esquema de motivaciones a que alude Aurora Sanz. A pesar del imprescindible apoyo al que los y las conjuradas confieren al rol del hombre, al que dedicaron el Foro.
Hombres, directivos… y ejecutivos, como Vicente Cancio, que hace buena la frase de Martínez de que la conciliación va de liderazgo, un hombre que no promueve, sino que exige la igualdad contra la cultura del macho en España. ¿Por qué? Pues ni más ni menos que “porque Zurich es mejor empresa cuando las mujeres, o las personas con diferente orientación sexual, deciden. Porque le gusta escuchar a las mujeres, como a Sonia Calzada, directora de Siniestros, también conjurada en Bilbao, y miembro junto a otras dos mujeres del Comité de Dirección, porque lo que escucha tiene mucho más sentido común, sentido práctico, y enriquece la toma de decisiones”
Por Francisco Álvarez,
VECDIS TECNOGESTIÓN
