[vc_row][vc_column][vc_column_text]José Iribas, José Iribas, (@jiribas ) Director de Expansión Académica de UNIR y colaborador en la Fundación Atresmedia como experto en Formación Profesional. Editor del blog DAME TRES MINUTO
No sé si te gusta el fútbol. Si es así, sabrás cómo los buenos equipos ‘hacen cantera’. Cómo la cuidan, la miman, la trabajan. Cómo invierten en ella. Y qué resultados tan buenos les produce, cuando de verdad se vuelcan.
Eso quiere ser, eso puede ser para ti, para tu empresa, la FP.
¿Has pensado más de una vez en que en tu negocio necesitarías contar con profesionales jóvenes que te llegaran ‘aprendidos’?
¿Crees que hay conocimientos, competencias, en las que tú no puedes -o no tienes por qué- dedicarte a formarles, pero otros en los que la formación sí es importante que la aportes tú desde tu propio centro de trabajo?
Quienes estudian FP tienen la ventaja de contar con dos ámbitos de formación -y, además, coordinados-: el aula y la empresa. Si la relación entre ambas es fluida y se les da juego a los tutores y al estudiante… ¡puedes descubrir más de un diamante en bruto!
En nuestro país contamos con una buena Formación Profesional
Ello no quiere decir -no faltaba más- que no podamos y debamos mejorarla. ¿Acaso hay alguna actividad humana no susceptible de mejora? ¿No trabajamos, sin ir más lejos, de cara a potenciar nuestra formación universitaria? La ventaja es que mejorar la FP está, en parte, en tus propias manos.
No debe ocultarse que la Formación Profesional, históricamente, venía siendo descalificada; señalada como una opción de estudios no alternativa sino subsidiaria. Un buen número de familias matriculaban a sus hijos en FP solo en el caso de que por razones diversas -las ‘notas’ se consideraban una cuestión de peso- no pudieran afrontar unos estudios universitarios.
Hoy, sin embargo, algo ha cambiado y no poco: todos constatamos la importancia y necesidad contar con técnicos intermedios -formados en la FP y no en la universidad- para garantizar la sostenibilidad, la competitividad y el impulso de nuestro tejido socio económico.
Somos conscientes de que necesitamos (y las empresas no siempre encuentran) profesionales que hayan cursado uno de los grados tradicionales de FP, bien el medio o bien el superior, para afrontar un futuro que se nos asoma ya en este auténtico cambio de época que constituye la Cuarta Revolución Industrial.
Esa necesidad de dar protagonismo a la FP ha querido ser subrayada por la Comisión Europea en su Nueva Agenda de las Capacidades, aprobada el 10 de junio pasado, de la que te hablaba en un post anterior.
La Comisión preveía, entre otras muchas cosas, la celebración de una Semana Europea de la Formación Profesional con el eslogan ‘Descubre tu talento’.
Centenares de actividades han tenido lugar en torno a dicha conmemoración a fin de tratar de exponer el enorme potencial de la FP para propios y extraños.
Alguien señalará que la Semana es flor de un día. Sin embargo, sería injusto olvidar cómo, cada vez más, la comunidad educativa en su conjunto (estudiantes y sus familias, centros y sus profesionales, administraciones) junto con empresas (incluidas las pymes) y otro tipo de entidades vienen apostando, día sí día también, por una FP moderna, innovadora, internacionalizada y vinculada al empleo y al emprendimiento.
Entre quienes trabajan por fortalecer la Formación Profesional en nuestro país y mejorar la empleabilidad de los jóvenes hay un proyecto que hoy quiero destacar: ‘Descubre la FP’. Te invito a conocerlo en www.descubrelafp.org. Merece la pena.
Los principales retos de nuestra FP: diagnóstico y actuaciones
Fomentar la participación de todos los agentes afectados (los citados anteriormente) a fin de elaborar un diagnóstico sobre los principales retos que debe afrontar la FP es uno de los objetivos de ‘Descubre la FP’. Y ahí tienen un papel relevante una serie de cuestionarios que se han elaborado para conocer el criterio de todos y ponernos manos a la obra, propiciando un clima positivo de colaboración eficaz y sinergias.
Nuestra sociedad precisa:
- De personas bien formadas, con conocimientos, competencias, actitudes y valores muy definidos, de cara al ejercicio profesional.
- De estudiantes prácticos, de aula y de empresa, con sus respectivos tutores bien formados y que saben bien lo que tienen entre manos.
- De estudiantes, primero, y profesionales, después, que amen lo que hacen y estén motivados en su diario quehacer. A eso se le llama vocación.
- Suficientes en número y flexibles en competencias transversales para afrontar las variadas demandas presentes y futuras del mercado laboral.
- Localizables: a mano. Accesibles a la hora de poder ser ‘encontrados’. La FP propicia una formación global, internacionalizada, sí, pero a la vez puede estar muy pegada a las necesidades del tejido socio económico local.
¿Puedes precisar tú, en tu empresa, ese tipo de profesionales? ¿Quieres ayudarnos a ‘hacer cantera’?
Seguro que harás un gran bien: enseñarás y aprenderás. ¡Cuánto se aprende enseñando! ¡Cuánto de cada alumno!
Y no necesitarás muchos CV para conocer cómo funciona un estudiante/candidato…
En Formación Profesional, ¡contamos contigo![/vc_column_text][vc_custom_heading text=»¿Quieres leer más artículos del autor sobre la FP?» font_container=»tag:h2|text_align:center»][vc_separator color=»green»][vc_masonry_grid post_type=»ids» gap=»25″ grid_id=»vc_gid:1481405133610-156ec658-2689-9″ include=»27262, 26861, 26482″][/vc_column][/vc_row]