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Thomas Buberl presenta los resultados del primer semestre de AXA con amplia satisfacción y esperanza en el futuro inmediato.
La aseguradora francesa Axa alcanzó un beneficio neto de 3.268 millones de euros en los primeros seis meses del ejercicio, lo que supone un 2% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, según informó la compañía, que atribuye esta mejora a una variación favorable del valor de los activos y menores costes de reestructuración.
En este sentido, las ganancias por acción se incrementaron en un 2,4%, al pasar de los 1,27 euros en el primer semestre de 2016 hasta los 1,30 euros del periodo equivalente en 2017.
La cifra de negocio, por su parte, se mantuvo prácticamente estable respecto al ejercicio anterior, al subir un 0,5% hasta los 54.283 millones de euros.
Entre las diferentes unidades de negocio de la aseguradora, los ingresos de la división de seguros de vida y ahorro, la que representa un mayor volumen de facturación para Axa, se incrementaron un 4,25% hasta representar 1.984 millones de euros, mientras que los ingresos de los seguros inmobiliarios y de accidentes subieron un 5,7%, hasta 1.347 millones de euros.
Su división de gestión de activos ingresó un 11% más, hasta 236 millones de euros, mientras que la de banca retrocedió un 13% hasta los 52 millones de euros, y la de inversiones en cartera, que contabiliza pérdidas por valor de 448 millones de euros, empeoró un 16% en el semestre.
El consejero delegado de Axa, Thomas Buberl, celebró el «sólido desempeño» del grupo durante la primera mitad del año, y aseguró estar «bien encaminados» en su estrategia de ahorro de costes.
Por último, señaló que la aseguradora «ha demostrado, una vez más, su capacidad para responder a los profundos cambios del modelo y afrontar la situación de incertidumbre económica».
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