«Estamos ante la tormenta perfecta, la crisis sanitaria, la crisis social y la crisis política, sin olvidar la crisis humanitaria que sufren millones de refugiados, países en guerra o en conflictos terroristas. Las agencias de la ONU temen que las consecuencias socioeconómicas de la pandemia de coronavirus empujen a decenas de millones de personas a la pobreza extrema y también desencadenen el número de desnutridos, de los casi 690 millones que actualmente se estiman en más de 820 millones con los que podría cerrar 2020 si no se realiza ninguna acción.» (Joan Cornet)
N.E. Por Carlos Biurrun, Presidente de Community of Insurance
Joan Cornet, gran conocedor de los sistemas de salud, nos acerca con naturalidad a la cruda realidad de la pandemia mundial que está atacando a toda la humanidad y de manera especial a los más débiles. Acierta en su diagnóstico cuando señala que “todavía no sabemos qué medidas son las más efectivas” pero teniendo claro que «uno de los factores de éxito o fracaso es el cultural y los patrones de comportamiento”.
Después de analizar el estado de situación, nos propone un compendio de buenas medidas mínimas para superar tanto dolor y fracaso. Es un canto a la esperanza desde la posición de quien conoce de qué habla y ha dedicado mucho tiempo a la construcción de un sistema de salud centrado en las personas y no en la burocracia.
La salud es algo muy serio que no debería estar expuesto a políticas pendulares y blindarlo de cambios de posición ideológica de los gobiernos de turno.
En este sentido, tenemos el modelo alemán donde coexisten perfectamente el sistema público de salud y el privado desde después de la segunda guerra mundial, con perfecta complementariedad, dando lo mismo que gobierne la derecha que la izquierda. La sociedad alemana y sus administraciones tienen claro que en materia de salud hay que establecer puntos de supervisión y control, incluso en los beneficios.
Recientemente el CEO de Generali en España, Santiago Villa, hablando de la pandemia, abogaba por soluciones mixtas con una convergencia de recursos públicos y privados para salir pronto de esta situación.
Creemos que es tiempo de actuar, haciéndolo con rigor, con perseverancia, sumando el esfuerzo de todos y con mucho respeto a las normas de funcionamiento.
¡Vamos a salir de esta crisis y lo vamos a hacer juntos, sin dejar a nadie atrás, mucho menos los que más lo necesitan!
Por Joan Cornet, ingeniero Técnico y Psicólogo. Director del Digital Health Obervatory. ECHAlliance
COVID-19. ¿Y Ahora qué?
Escribo este artículo en unos días tristes donde la pandemia de Coronavirus vuelve a provocar un crecimiento de casos de contaminación, hospitalización y muertes en todo el mundo. Estamos regresando lentamente a donde estábamos hace unos meses. Por parte de los gobiernos, se están tomando medidas cada vez más drásticas para frenar este crecimiento. Aún no sabemos qué medidas son las más efectivas porque al final son múltiples los factores que determinan el éxito o el fracaso de las medidas tomadas. Uno de ellos es el factor cultural y los patrones de comportamiento. De hecho, no sabemos qué va a pasar la semana que viene.
La tormenta perfecta
Estamos ante la tormenta perfecta, la crisis sanitaria, la crisis social y la crisis política, sin olvidar la crisis humanitaria que sufren millones de refugiados, países en guerra o en conflictos terroristas. Las agencias de la ONU temen que las consecuencias socioeconómicas de la pandemia de coronavirus empujen a decenas de millones de personas a la pobreza extrema y también desencadenen el número de desnutridos, de los casi 690 millones que actualmente se estiman en más de 820 millones con los que podría cerrar 2020 si no se realiza ninguna acción.
Como no podemos hablar de todo en un artículo, nos centramos en lo que debe cambiarse en los sistemas de salud, especialmente en la salud pública. La sociedad quiere un sistema de atención médica centrado en las personas pero apoyado por instituciones en lugar de uno centrado en instituciones por las que las personas se ven obligadas a navegar. Debe ser uno en el que las personas no se preocupen por cómo los cambios en su vida, relacionados con una pandemia o de otro tipo, podrían afectar su capacidad para cuidar a sus familias. Debe ser uno en el que las relaciones de los médicos con los pacientes y las comunidades sean fundamentales. Y debería ser uno en el que las personas que han sido ignoradas, dejadas atrás y maltratadas sean centrales, quizás por primera vez.
La humanidad está sufriendo
Con la pandemia hay varios niveles de sufrimiento. El primero es el de las personas que están contaminadas por el virus sea cual sea el impacto en ellos, el segundo es el de los familiares que viven ansiosamente las vicisitudes del enfermo, especialmente cuando su cuadro patológico requiere su ingreso en una Unidad de Cuidados Intensivos , y en algunos casos su muerte. el tercero es el de las personas que de una u otra forma quedan sin trabajo y no pueden afrontar los gastos del día a día de su familia, convirtiéndose repentinamente en personas pobres que necesitan ayuda, sea cual sea su situación económica anterior.El cuarto es la ansiedad y en ocasiones depresión de ciudadanos que nada tienen que ver con lo anterior pero que viven preocupados por el futuro y que de alguna manera son candidatos a formar parte de las capas descritas anteriormente. De hecho, nadie puede escapar a los efectos de esta pandemia.
Ahora es el momento de hacer balance
Con la experiencia de esta pandemia y sus consecuencias, los sistemas de salud deben transformarse rápidamente con una serie de acciones en las áreas donde es necesario tomar decisiones para mejorar y aumentar la inversión.
La OMS ha identificado recientemente tres áreas claras en las que el éxito o el fracaso en la forma en que los gobiernos gestionaron la pandemia dependiente de: la inversión (en recursos de salud pública), la comunicación (transparencia en la mensajería pública) y el compromiso con la sociedad civil (trabajando con grupos locales / regionales y reconociendo su conocimiento y experiencia local).
En cualquier caso, está claro que los sistemas de salud públicos y privados tienen que repensar los modelos de servicios de salud que hasta la fecha parecían robustos y eficientes.
Dentro de la ‘Nueva Normalidad’ tenemos que explorar el horizonte, recopilar información e intentar entender qué lecciones se pueden aprender para mejorar la resiliencia de los sistemas de salud:
Protegiendo la atención primaria
La pandemia ha demostrado la importancia de los servicios de atención primaria y como tal hemos aprendido que la atención primaria debe ser fortalecida y valorada.
Tecnología
Las nuevas tecnologías, especialmente las digitales, han demostrado su importancia e impacto. Durante años se ha hablado de la telemedicina y ahora se convertirá en una herramienta imprescindible. Las nuevas tecnologías facilitan un acceso equitativo a la atención, la información sanitaria y la privacidad, para destacar la Inteligencia Artificial como herramienta necesaria en la asistencia sanitaria.
Atención a personas mayores y frágiles
Hemos logrado un aumento de la longevidad de las personas en las últimas décadas, pero no siempre acompañado de un envejecimiento activo y saludable. Se deben implementar nuevos programas para el envejecimiento desde la infancia y un nuevo modelo de atención a las personas mayores.
El desafío educativo y el cambio de comportamiento
Sabemos por evidencia científica que el comportamiento, los hábitos saludables y la educación para la salud tienen un impacto significativo en la salud humana. Hasta la fecha han sido temas de poca relevancia para los sistemas de salud. Deben formar parte del plan de estudios de formación en todos los niveles. La formación sanitaria permanente debe ser una prioridad.
Salud mental
Detrás de la pandemia de Covid-19 está la pandemia de salud mental. Las alarmas sobre el aumento de las enfermedades mentales ya tienen sonado en el pasado. Ahora con el impacto del Coronavirus, su incremento podría ser exponencial. Es urgente un nuevo modelo de atención para personas con problemas de salud mental.
Colaboración global
Si bien parece que la globalización está en crisis, paradójicamente es cuando necesitamos una gran colaboración a nivel de países y regiones del globo para superar la pandemia de Coronavirus e implementar nuevos modelos de prestación de salud. Se debe fortalecer el papel de la OMS, se deben promover las alianzas científicas y el intercambio de las mejores prácticas en la reforma de los sistemas de salud.
Estos y otros cambios no serán fáciles de realizar. Los gobiernos deberán priorizar y proporcionar la financiación necesaria, lo que no es fácil cuando estemos al borde de una recesión económica mundial. La esperanza es que los humanos siempre han podido superar situaciones extremadamente complejas. Y sobre todo, nunca en nuestra historia ha habido tanto talento y buena voluntad en nuestras sociedades. ¡¡¡Si podemos !!!
Infografía: La pandemia en la sombra: violencia contra mujeres y niñas y COVID-19
https://www.unwomen.org/en/digital-library/multimedia/2020/4/infographic-covid19-violence-against-women-and-girls
Cómo podría desarrollarse la pandemia en 2021 y más allá
https://www.nature.com/articles/d41586-020-02278-5
Multimorbilidad. Serie técnica sobre atención primaria más segura.
https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/252275/9789241511650-eng.pdf;jsessionid=DE61FB9962E37720F1527120E1AB7E45?sequence=1
¿Cuáles son los principales desafíos de atención médica a superar en el futuro cercano según los líderes de la industria?
Https: //healthcaretransformers.com/healthcare-business/future-healthcare-challenges-solutions/embed/#? Secreto = zp5aBJjW7r
Política de atención médica después de la pandemia COVID-19. Victor R. Fuchs, doctorado
https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2767352
¿Cuáles son los 4 mayores desafíos que enfrenta el sector de la salud?
https://www.elsevier.com/en-au/connect/what-are-the-4-biggest-challenges-facing-the-healthcare-sector
