Por Gonzalo Elguezabal Ayala, Director Ejecutivo de AOTEC
No se puede dejar pasar el tren del 5G.
El pasado viernes 7 de mayo la ministra Nadia Calviño reunió a los principales actores del sector de las telecomunicaciones (entre ellos AOTEC) con el fin de abordar la situación del sector de las telecomunicaciones y los planes que está poniendo en marcha el gobierno en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y de la agenda España Digital 2025. Toda la reunión se focalizo en el 5G, ¿y por qué en el 5G? ¿Qué hace tan importante al 5G?
Voy a tratar de en pocas líneas alumbrar el alcance del 5G utilizando palabras del propio ministerio: “Las redes 5G están llamadas a ser un elemento clave para avanzar en la transformación digital y ecológica de las empresas, las personas, los hogares y la sociedad en su conjunto. Estas transformaciones tendrán un impacto directo en la creación de riqueza y el desarrollo económico de los distintos Estados y regiones.”
Pero el 5G es una tecnología que depende del espectro radioeléctrico y este, es un bien escaso. En España son 4 las empresas que van a acceder a las bandas que permiten su despliegue (tras pagar mil millonarias cantidades al sector publico en las distintas subastas). Ello supone que la situación de partida es un oligopolio, y como la historia ha demostrado repetidamente, no es la opción mas propicia para el desarrollo de una tecnología que se considera clave en el futuro de un país.
Pues bien, de lo que se nos informó en la citada reunión, es que las medidas que se van a tomar van a ser todas aquellas que fomentan ese oligopolio: eliminación de obligaciones mayoristas, dilatación de los tiempos de despliegue en las zonas menos rurales…Y con ello van a alterar (y no para bien precisamente) un sector dinámico que ha propiciado que España esté a la cabeza de Europa en despliegue de fibra y reducción de la brecha digital. Todo ello sin contar las restricciones que supone para las potenciales inversiones de la industria 4.0, agricultura, tele medicina, startup,…
«Existen más caminos para que el 5G se despliegue en España que complementaría las inversiones a realizar por los grandes operadores. Las PYMES de telecomunicaciones han demostrado su capacidad inversora en el despliegue de la fibra óptica».
La realidad, es que existen más caminos para que el 5G se despliegue en España que complementaría las inversiones a realizar por los grandes operadores. Las PYMES de telecomunicaciones han demostrado su capacidad inversora en el despliegue de la fibra óptica, no solo siendo pioneros de ello en 2007, sino una parte fundamental de que España esté en la cabeza de Europa en porcentaje de fibra desplegada (paso necesario para poder realizar un despliegue 5G).
Son estas las que, allá donde están situadas, han contribuido notablemente a la reducción de la brecha digital. Y son estas las que están deseando participar en las inversiones que requiere el 5G en España. Pero no se trata solo de las telecomunicaciones, el 5G es el comienzo de la Industria 4.0, y hay empresas que deseando realizar nuevos proyectos e inversiones se encuentran con el tapón de los propietarios del espectro.
El gobierno tiene que darse cuenta que hay más caminos que el oligopolio. Que hay herramientas adecuadas para potenciar que España aproveche la oportunidad de dar un salto cualitativo en la mejora de la productividad y en la transformación de los modelos de negocio que nos brinda está tecnología como pueden ser las la figura de los operadores neutros que podrían desplegar redes municipales multioperador en aquellas zonas a las que los operadores con espectro no vayan a ir en un tiempo razonable, de esta manera garantizamos una mayor competencia en el sector, una mayor eficiencia en el despliegue del 5G, sobre todo garantizamos el despliegue en la llamada España rural o “vaciada”, evitando un incremento de la brecha digital rural.
Las redes neutras en zonas rurales garantizarán el acceso de los 4 operadores que disponen de espectro y también la creación de redes privadas para la industria. Sin embargo hace falta también impulsar, como se ha hecho en otros países desarrollados, una reserva de espectro en la banda del 3,8 a 4,3 para el despliegue de redes privadas en las demás zonas.
No nos olvidemos que la oportunidad que nace con el 5G está en lo que desarrollemos ahora, para cuando nos demos cuenta de que hemos tomado el camino equivocado será, tal vez, demasiado tarde ya. Por eso yo me pregunto ¿de verdad queremos dejar el futuro de todos en manos de cuatro?