Enrique Ruiz Martín, Director General de RGA re International Ibérica
"Un término como la innovación, si no lleva aparejado algo más concreto, se queda en una palabra de powerpoint, muy manida y hueca de significado".
Cuando imaginamos el futuro a medio y largo plazo, nuestra condición de seres humanos nos hace imaginar un futuro mejor. Nadie queremos vivir en un mundo peor, y por tanto visualizamos entornos más amigables, con menos conflictos, un mundo mucho más igualitario, y así un sinfín de mejoras. Sin embargo, una cosa es imaginar, y otra muy distinta trabajar y poner recursos para conseguirlo.
Por ello, un término como la innovación, si no lleva aparejado algo más concreto, se queda en una palabra de powerpoint, muy manida y hueca de significado.
Esta reflexión la tuvimos en RGA re hace ya muchos años, y conscientes de la necesidad de acelerar la transformación hacia un entorno más moderno, más digital y con cambios demográficos tan acusados, se creó RGAX. Esta unidad es la palanca que utilizamos dentro de RGA re para apoyar nuestra misión: acelerar la creación de soluciones aseguradoras que permitan a la gente vivir más, en mejor estado de salud y con mayor estabilidad financiera.
El secreto de nuestro éxito: equipos especializados y modernas metodologías
La implementación práctica de esta dinámica la acometemos desde dos tipos de equipos. Por un lado, están los equipos Regionales, focalizados en abordar las problemáticas concretas de cada mercado. Por otro lado, existe un grupo global de aceleración que se concentra en problemas complejos que, aparentemente, no tienen solución o ésta parece demasiado
compleja. Por ejemplo, cómo dar cobertura al segmento de personas que están por encima de 70 y 75 años, e incluso llegar a ofrecer productos a los centenarios.
Somos conscientes de que para encontrar soluciones debemos colaborar con otras entidades, tanto dentro como fuera del ecosistema asegurador. Para nosotros, la cocreación es una herramienta básica para poder superar los problemas más complejos.
Obviamente nos gusta y propiciamos que la colaboración sea con nuestros clientes aseguradores, ayudándoles a diseñar su ruta de innovación. Para ello, en RGAX utilizamos una metodología llamada Life Design Sprint, muy distinta al clásico Brainstorming y que está teniendo una gran acogida, pues permite seleccionar ideas y testarlas… ¡en apenas una semana!
3 casos de éxito
La colaboración con distintas áreas de trabajo, tanto dentro como fuera de la organización, nos ha permitido llevar a la práctica algunas ideas que en un primer momento parecían inalcanzables. Hemos elegido tres de ellas que abordan tres problemáticas distintas.
¿Cómo incrementar de manera significativa la fidelización de los clientes de un clásico seguro de vida?
El problema aquí es que el producto en sí no da lugar a tener un contacto frecuente con el cliente. Y ya sabemos: sin contacto se pierde el interés y el cliente acaba abandonando. Se han buscado muchas soluciones imaginativas, con resultados dispares. En nuestro caso, combinamos dos factores: implementar un sistema de recompensas que el asegurado pudiera “tocar”, junto con una alta frecuencia de contacto. Además, tenía que ser simple, porque
queríamos que cualquier persona se pudiera beneficiar del programa.
El resultado: un seguro de vida que devuelve dinero en efectivo, de manera trimestral, en función de una única variable que hoy está al alcance de todos: el número de pasos. Un beneficio adicional es que esperamos que el colectivo de asegurados que son activos tenga una menor mortalidad, aunque difícil de cuantificar, en comparación con aquellos que son inactivos.
¿Qué coberturas ofrecer a personas por encima de los 70 años, que sean de verdad relevantes para ellos?
Después de muchos meses de análisis descubrimos que había una serie de enfermedades por la que la gente más mayor tiene una especial preocupación: alzhéimer, cáncer y en general enfermedades de tipo neurodegenerativas. Nos pusimos a trabajar en la parte técnica para buscar un precio justo y un proceso de venta lo más simple posible. Todo ello sin perder de vista el riesgo implícito que lleva este tipo de coberturas para gente tan mayor.
El resultado: un producto que cubre las enfermedades más demandadas; un producto modular para poder elegir el paquete de enfermedades que prefiera cada individuo; y, sobre todo, con edades de contratación hasta los 75 años y cobertura ¡hasta los 100 años!
¿Es posible eliminar las preguntas de salud en un proceso de suscripción de vida?
Una vieja reclamación de los agentes y brókeres que nos traía de cabeza, puesto que el riesgo que se asume es inversamente proporcional a la rigurosidad del proceso de selección.
En este caso se trabajó con los expertos en modelización para encontrar variables que estuvieran correlacionadas con el estado de salud. Si éramos capaces de encontrar factores que pudieran predecir la probabilidad de pasar limpio un proceso de suscripción, podríamos obviar el tradicional cuestionario de salud.
El resultado: un algoritmo que utiliza tan solo 7 variables, sin preguntas del estado de salud, y al que se puede acceder desde la nube para que cualquier distribuidor pueda acceder on-line y saber si su cliente tiene el seguro aceptado de manera inmediata, sin sobreprimas ni exclusiones
