Pertenece a la serie: Reflexiones veraniegas: el modelo de empresa que no se estudia en los MBAs
Quien no conoce la ley esa que dice que «la energía ni se crea ni se destruye sino que se transforma», pues con los errores de los demás pasa lo mismo, pero podríamos pensar en enunciarlo así: «los errores de los demás no se crean ni se destruyen sino que se transforman en:
- Prejuicios (energía negativa): con lo que «error ajeno» se convierte en «error propio» (y le corresponderá a otro continuar la «cadena»)
- Oportunidades (energía positiva): el «error ajeno» se convierta en una dosis de «motivación extra» para el que yerra.
Vamos que si tendríamos que inventar una formula para ello seria algo así:
Y es que hay que «mantener a raya» a los prejuicios, porque medida que aumentan cada vez es mas difíciles compensarlos con oportunidades…