Casi la mitad de los españoles asegura acudir al dentista sólo cuando detecta algún problema, según el Estudio de Sanitas sobre Salud Bucodental 2024
Con el inicio de un nuevo año, muchas personas establecen propósitos de salud y bienestar, pero frecuentemente olvidan incluir entre ellos el cuidado bucodental. A este respecto, mantener una rutina adecuada es esencial para prevenir problemas como las caries, la gingivitis o la sensibilidad dental.
Un buen comienzo es visitar al dentista para realizar un chequeo, detectar posibles problemas a tiempo y recibir pautas para tener una buena salud bucal desde los primeros meses del año. Sin embargo, esto se trata de una acción poco común ya que, según el último Estudio de Sanitas sobre Salud Bucodental de 2024, casi la mitad de los españoles asegura acudir al dentista sólo cuando detecta algún problema (44,94%).
“El objetivo de esta primera cita, ya sea de manera presencial o a través de videoconsulta, es prevenir posibles problemas antes de que se agraven. Una exploración exhaustiva identifica factores de riesgo como acumulación de placa, inflamación de encías o desgaste dental. Gracias a ello, los expertos pueden ofrecer tratamientos preventivos, como limpiezas o fluorizaciones, y consejos adaptados al estilo de vida de cada paciente, ayudando a conservar una sonrisa saludable a largo plazo”, señala Michelle Pawly, odontóloga del departamento de Innovación y Calidad Clínica de Sanitas Mayores.
En este contexto, los expertos de Sanitas recomiendan establecer las siguientes rutinas para garantizar una boca sana durante todo el año:
- Cepillarse después de cada comida durante dos minutos: este hábito, preferiblemente llevado a cabo con cepillo eléctrico, es clave para eliminar restos de alimentos y placa bacteriana, principales causantes de caries y problemas de encías. Asimismo, lo más recomendable es usar una pasta con flúor para reforzar el esmalte dental y prevenir la desmineralización.
- Utilizar hilo dental y colutorio diariamente: la seda dental retira residuos en áreas donde el cepillo no llega, mientras que el enjuague bucal aporta una protección antibacteriana adicional, evitando la aparición de infecciones y halitosis.
- Reducir el consumo de azúcares: los alimentos dulces atraen bacterias que generan ácidos, lo cual facilita la aparición de caries. Por ello, es sugerible cambiar estos productos por opciones más saludables como frutas frescas. Por ejemplo, las manzanas y las fresas, gracias a su alto contenido en fibra, son muy beneficiosas porque limpian la superficie dental de manera natural.
- Incluir alimentos ricos en calcio y vitamina D en la dieta: consumir pescado azul, huevos y productos fortificados favorece el desarrollo y mantenimiento de una estructura ósea y dental resistente, minimizando así el riesgo de fracturas o erosión en los dientes.
Beber agua de forma recurrente: la hidratación fomenta la producción de saliva, que neutraliza los ácidos en la boca y posibilita la eliminación de restos de alimentos. Esto resulta especialmente importante para prevenir la sequedad bucal causada por ciertos medicamentos o el envejecimiento.
“La sequedad bucal es un aspecto relevante a tener en cuenta en personas mayores. Se trata de un problema muy común en ellas debido al uso de medicamentos para enfermedades crónicas y a la disminución natural de la producción de saliva con la edad. Esta falta de saliva debe ser corregida a tiempo, de lo contrario, no solo aumenta el riesgo de caries y enfermedades de las encías, sino que también dificulta la masticación y la deglución, impactando de manera negativa en su calidad de vida”, añade Miryam Piqueras, directora de Gobierno Clínico de Sanitas Mayores.