Escribe: Carmen Pérez, Consejera de Biurrun Consulting
Compré las entradas a principios de Septiembre, como todos los años, junto con las del resto de la temporada del Teatro Arriaga.
Seleccioné “Desaparecer” simplemente porque me interesaba Juan Echanove, sin reparar de qué iba la función.
Fue casi el mismo día de la representación, cuando me di cuenta de que estaba basada en textos de Edgar Allan Poe.
Y algo se me revolvió dentro. Sentí una mezcla de angustia, inquietud y curiosidad.
Volví a vivir aquellas horas eternas, llenas de angustia y ansiedad pero, al mismo tiempo apasionantes, en que tuve que devorar a Allan Poe para mi examen final de 5º de Inglés de la Escuela Oficial de Idiomas.
Y empezó la función.
Aunque ya lo sabíamos, Juan Echanove nos demostró que es una auténtica bestia escénica, intensificando todos los matices, transmitiéndonos miedo, dolor, ira, furia, abatimiento, ansiedad, crueldad extrema…..
Pero no estaba solo. Le acompañaba Maika Makovski, conocida compositora, que se estrenaba como actriz.
Sus inquietantes temas nos trasladaban a la atmósfera entre romántica y terrorífica de Poe, gracias a su voz y su piano.
Aunque eché en falta algunos de mis cuentos y poemas favoritos, como la “Casa deUsher” o “Annabel Lee”, me pareció arrollador en “El Cuervo” (The Raven) o “El Gato Negro”.