Escribe: Cristina Llorens, Socia – Directora de Addares Correduría de seguros
Es hora de hacer un examen de conciencia y reconocer que llevamos demasiado tiempo dejando en manos de otras cuestiones que solo tienen que ver con nosotros mismos, conformándonos con lo conseguido que en muchos casos no es poco, pero no suficiente. Seamos sinceros.
Debemos mirarnos al espejo y reconocer que el camino de la conciliación es necesario para mejorar nuestra sociedad, haciéndola más justa y eficiente.
Miremos al espejo: ¿Qué vemos ¿? Ni hombres ni mujeres: Personas. Cuando dejemos de ver hombres y mujeres y veamos personas la balanza se equilibrará de forma natural y la conciliación la veremos como lo que es, un derecho en sí mismo.
Esta, está muy relacionada con la utilización de la diversidad. Utilizarla es bueno para las empresas y para las personas.
Utilizar la diversidad es sumar talentos que aportan riqueza a la empresa, seguridad y confianza a las personas que se traduce en compromiso. Si no lo hacemos estaremos desperdiciando el 50% del talento que se queda en el camino.
Las dificultades para conciliar tienen mucho que ver con una serie de barreras invisibles que incluso los propios directivos de las empresas que ponen en práctica medidas de conciliación como una moda, no creen en ellas y esperan que sus empleados no se acojan a las mismas. Curioso no ¿?pero real como la vida misma.
Hay un error de base: La sociedad piensa que conciliar es trabajar menos, y nada más lejano a la realidad, es trabajar mejor.
Si no lo entendemos difícilmente podremos aportar confianza para poner en marcha medidas de conciliación, cuando no se cree en algo, no se pondrá en marcha nunca y siempre estará la excusa de que no funciona, apenas nadie se acoge a ellas, etc…
La conciliación es una cuestión de personas y la inclusión y la diversidad es una riqueza rentable para las empresas.
Aprovechemos que cada uno de nosotros somos únicos. en capacidades, necesidades, puntos de vista, experiencias y conciliemos nuestras vidas personales y profesionales .Veremos como resultado que las personas valoradas son mucho mas productivas .
En el centro está la dirección que debe de gestionar la diversidad y la conciliación con honestidad, formando en valores a sus empleados, promocionando un ambiente flexible de forma natural.
Por todo ello el secreto está en avanzar para comenzar :
Busquemos espacios para reivindicar la reflexión para parar y corregir errores, para pensar y ordenar las ideas y renovar nuestra energías . El secreto para avanzar es comenzar
Es verdad que todos sabemos que necesitamos otra realidad, una realidad en la que las personas podamos convivir con dignidad, orgullo y responsabilidad pero sin temor al futuro. Sabemos que todo cambia y nosotros queremos y debemos contribuir al cambio. Pero es muy importante que seamos capaces de cambiar a un sistema de relación empresarial y personal basado en la solidaridad, la cooperación, la responsabilidad y por su puesto la empatía, todo ello en pro de un bien común y esta es una oportunidad fantástica para ello. Una oportunidad para poner en práctica todas esas teorías que sobre el papel quedan perfectas.
Me gustaría pensar que como mujeres empresarias tenemos una mayor sensibilidad sobre la importancia de la empresa con compromiso social. Este compromiso se inicia siendo exitosas y reconociendo el trabajo en equipo , ya que de este modo proveeremos un mayor bienestar a las personas que trabajen con nosotras, pero allí no termina nuestra responsabilidad como actores sociales, ya que debemos actuar para que éste nuevo orden socioeconómico esté regido por los valores que sustentan una sociedad sana, donde la prosperidad sea sostenible y equitativa y la economía se fortalezca basándose en la buenas prácticas del tejido empresarial de la pyme .
Aceptemos el cambio como motor impulsor de nuevas formas de trabajo y de relación más responsables y transformemos el día a día dando las gracias y reconocimiento a todo aquel que haya aportado algo que nos ha llevado a tener éxito en los negocios y en la vida.
Esta fue una de las 100 ideas que se proponen en el documento: 100 ideas para cambiar el mundo en igualdad y en el que participé de forma activa.
Mirémonos al espejo y reconozcamos que para cambiar hay que empezar a hacer de forma distinta las cosas. O cuidamos nuestro activo más preciado que son las personas o perderemos todos anclados en el pasado.
Pongamos en práctica medidas concretas trabajando con ellas para crear cultura corporativa con una implicación real de la dirección.
Promocionemos el catalogo de buenas prácticas en igualdad y conciliación 2015 que ya existe una iniciativa común del FORO ECOFIN y MADRID WOMANS WEEK para hacer de este un mundo mejor y ….
Pongamos otra mirada a nuestras empresas, organizaciones y avanzaremos para mejorarlas.