Gabriela es directora de Marketing de IKEA Ibérica. Ha sido premiada por la Asociación de Marketing de España como la mejor profesional de Marketing 2015,
Gabriela transmite fuerza y energía, su principal característica es su alegría y confianza en sí misma
Es la única chica entre 7 hermanos y como dice ella siempre ha tenido que buscarse su hueco La verdad es que desde que nació ha tenido que buscar un hueco
COI. ¿Qué expectativa tienes de la evolución de la igualdad entre sexos en los próximos 20 años?
GDG. Considero que la evolución hacia una sociedad más igualitaria es una tendencia importante, y empieza poco a poco a ser una realidad impulsada por las generaciones más jóvenes, que demandan relaciones más igualitarias dentro de las organizaciones, pero también en el contexto familiar.
Con vistas al futuro, creo que para lograr este cambio será fundamental que entendamos que las organizaciones deben de ser facilitadoras de un marco positivo en este sentido y que todo ello se haga bajo un planteamiento global. Es decir, ese marco debe ir más allá del mundo profesional y plantearse en todos los contextos sociales y esto supone un desafío hacia tradiciones y costumbres muy arraigadas en la sociedad que se perpetúan muchas veces de manera inconsciente.
El aumento de la presencia femenina en puestos a los que tradicionalmente solo accedían los hombres es una realidad desde hace tiempo y creo que poco a poco entrará más en la normalidad. En el ámbito del desarrollo profesional y directivo de la mujer siempre me gusta trasladar un mensaje de confianza, de optimismo. Un mensaje de que si queremos, podemos.
El equilibrio de género en la empresa es fundamental no solo porque mejora los resultados y conduce a una mayor eficacia, sino porque las diferencias entre personas, entre hombres y mujeres nos enriquece realmente y genera equipos más creativos e interesantes. En IKEA por ejemplo el 60% de nuestra plantilla somos mujeres y de ellas, un 48% se encuentran en puestos directivos.
No podemos negar que esta brecha de género es todavía una realidad hoy en día, pero poco a poco, la sociedad se transformará. Como decíamos no solo porque la igualdad es una ventaja empresarial, sino porque es y será una demanda social.
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«También considero que el tener hijos no significa decidir entre elegir tener éxito profesional o tener una familia; creo que la compatibilidad personal y profesional es una decisión personal y es posible. Si hay una buena planificación y organización en nuestra vida; si delegamos y repartimos roles con nuestras parejas; si elegimos el tiempo y la calidad del mismo que queremos dedicarles y si nos convencemos a nosotras mismas de que no sólo depende de nosotras su educación y crianza. Es posible».
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COI. ¿Cómo crees que la publicidad está afectando a la conciliación?
GDG. La publicidad bebe de realidades e insights que parten del estudio de la sociedad en cada momento. Y está claro también que la sociedad cambia en función de los estereotipos, de las realidades que se formulan desde los medios de comunicación. Si nuestros hijos perciben mensajes en donde la igualdad es una realidad, está claro que esto ayudará a que la conciliación también lo sea.
COI. ¿Consideras que los anuncios de IKEA España y los anuncios de IKEA Suecia son diferentes por distintos hábitos de vida?
GDG. Sí, aunque se trate de la misma compañía y de los mismos surtidos y soluciones, la filosofía de IKEA parte del establecimiento de relaciones locales. Y esto influye no sólo a nivel logístico, sino que también toca el terreno de la comunicación.
Podemos poner como ejemplo la reciente campaña “No es Magia. Es orden” que de un insight local; y es que las cocinas en España son, por lo general pequeñas, a diferencia de otras partes del mundo. Esto nos ayuda a conectar los mercados particulares, a través de comunicación que sentimos cercana, porque las campañas parten del estudio de los hábitos y de las realidades específicas.
COI. ¿En las empresas en las que has trabajado en tu trayectoria profesional, ¿has notado una división del trabajo entre los sexos diferente?
GDG. Durante mi trayectoria profesional he formado parte de compañías muy variadas, con estilos diferentes y modelos empresariales también distintos. Por ejemplo, he trabajado en España, pero también fuera, concretamente en París. Francia es un país donde la conciliación laboral tiene mucho recorrido ya y eso se impregna.
A la vuelta a España, seguí en agencias también con grandes clientes y nuestro sector –como muchos otros- demanda mucha dedicación y tiempo. Está claro que esta realidad repercute inevitablemente en el número de mujeres en el sector, pero también creo que es una decisión personal a qué quieres dedicar tus horas y que depende del momento vital en el que se encuentre cada uno.
Más tarde conocí la cultura de IKEA, que creo es una empresa muy avanzada en este sentido. Suecia es referente y uno de los máximos exponentes en conciliación personal y profesional, y también es una empresa que como comentábamos, parte de la filosofía de la igualdad entre personas como ventaja competitiva. Por ejemplo, en IKEA es sencillo ver a mujeres en altos puestos, porque esto es algo que mejora el desempeño de las organizaciones.
Pero como siempre, el contexto y el marco profesional es el que es, y luego está la aplicación práctica que uno de nosotros decidamos hacer en el mismo. Para mí es clave que seamos nosotras mismas las que nos pongamos objetivos de dónde queremos llegar, qué queremos hacer.
COI. ¿Con tanto trabajo de responsabilidad en la empresa, como diría que respondes a las expectativas de sus hijas en el hogar?
GDG. Soy mujer, madre de dos hijas, y directora de marketing en IKEA Ibérica. El trabajar fuera de casa, como lo hace su padre, es una realidad que está normalizada para ellas y me atrevo a decir que ellas se sienten orgullosas de ello. Creo que todos debemos trabajar para que este tipo de realidades se entiendan, y sean naturales en nuestra sociedad.
También considero que el tener hijos no significa decidir entre elegir tener éxito profesional o tener una familia; creo que la compatibilidad personal y profesional es una decisión personal y es posible. Si hay una buena planificación y organización en nuestra vida; si delegamos y repartimos roles con nuestras parejas; si elegimos el tiempo y la calidad del mismo que queremos dedicarles y si nos convencemos a nosotras mismas de que no sólo depende de nosotras su educación y crianza. Es posible.
En mi historia hay mucho de poco conformismo, mucho de “coger trenes”, y mucho de creer que el papel de la mujer en el mundo profesional y en la alta dirección es tan posible como real. Y eso es lo que trato de inculcar a mis hijas. Ser una inspiración para ellas.
COI. ¿Por qué la pregunta anterior no se suele hacer a los hombres?
GDG. El peso de la conciliación sigue cayendo en nuestro lado aunque creo que poco a poco dejará de ser así y que, por ejemplo, la paternidad, será algo que se entienda dentro del mundo empresarial porque será una demanda también masculina.
Hay una tendencia que cada vez toma más fuerza y es el cambio de roles tradicionalmente adjudicado también al hombre y que la actual generación de millenials empieza a demandar. Ahora están dispuestos a replantearse sus carreras profesionales demandando tiempo y recursos para ser padres; incluso están dispuestos a ralentizar su carrera con respecto a la de su pareja en esa búsqueda por la igualdad de géneros que también les beneficie en desbancar según que mitos.
Y aunque es una tendencia, el trabajo de encontrar nuestro equilibrio personal y profesional debemos de hacerlo cada uno de manera individual. Es hora de aprender a delegar responsabilidades, roles y desbancar estereotipos. Se trata de compartir esta idea con las futuras generaciones para lograr, poco a poco, relaciones más igualitarias y que este tipo de preguntas se les plantee también a los hombres.
