Se está produciendo un relevo significativo en la cúpula de una de las multinacionales más importantes y, por razones evidentes, es previsible que se avecinen unas cuantas más. Este hecho ha inducido a reflexionar y pensar sobre la herencia que reciben los nuevos dirigentes y los retos que deberán afrontar. Hay bastante unanimidad respecto a que se necesitan personas con especial visión, e intuición diría yo, respecto a los derroteros por los que va a caminar la sociedad del futuro. Y también sobre la necesidad de resolver los problemas técnico-financieros.
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Se percibe como necesario el control de inversiones en países hasta hace poco calificados como emergentes y hoy en radical decadencia, o la digitalización y toma de posiciones ante nuevos competidores, la gestión financiera y moderación de la deuda, desarrollo de nuevos negocios para el crecimiento del número de clientes, gestión de acciones de lobby,…etc
Todos ellos están claramente sesgados y orientados hacia cuestiones estratégicas, tecnológicos, financieros y de innovación; lo cual es indiscutible. Sólo me surge una gran pregunta ¿Y las Personas?. Porque todo esto sólo pueden hacerlo Personas. Ellas son el alma y el motor que debe liderar y empujar todos los nuevos proyectos, así que vuelvo a preguntar: ¿Y las Personas? ¿Dónde quedan las Personas?
[Tweet «Las personas son el alma y el motor que debe liderar los nuevos proyectos»]
La cualificación, el talento y la energía disponible por las Personas que conforman una Macro-Corporación es impresionante. Pero impresiona aún más la energía que se desperdicia o que simplemente se convierte en pasiva o inactiva.
Llevamos demasiados años pidiendo a las Personas esfuerzos extraordinarios, demasiados años reduciendo costes mediante el ajuste en los niveles más básicos de las estructuras, demasiados años sin incentivar la creatividad, la innovación y los deseos de progreso de los más jóvenes; demasiados con una baja ejemplarización de las cúspides que se han repartido suculentos incentivos y prebendas mientras se discutían las migajas de la base; demasiado con estructuras jerárquicas rancias y poco proactivas e incentivadoras del compromiso. Demasiados sueños rotos o descorazonados. Demasiado tiempo, en definitiva, sin atender a las Personas.
[quote font_size=»#» bgcolor=»#» color=»#» bcolor=»#» arrow=»no»]LLevamos demasiados años sin incentivar la #creatividad, la #innovación y los deseos de progreso de los más jóvenes[/quote]
Si las Personas van a ser consideradas, una vez más, como un simple instrumento necesario para que las Mega-Corporaciones consigan mayores resultados poco o nada distribuidos o repartidos, estaremos ante un nuevo Gran Proyecto Sin Compromiso. Una vez más se querrá sacar adelante a través de la consabida fórmula de “dinero + presión”. Pero esa fórmula está agotada. Cada vez moviliza menos. Y cada vez menos gente está dispuesta a aportar algo más que “presencia + apariencia” al proyecto corporativo para el que trabaja. Se necesita estímulo, sentimiento, ejemplaridad y admiración para que personas valiosas e inteligentes aporten sus mejores contribuciones. Y todo esto empieza por reconocer que hemos fallado en la gestión y el trato de Personas. Porque no se ha conseguido activar la Energía Disponible y conseguir rebajar los niveles, cada vez mayores de energía desperdiciada.
[Tweet «Hemos fallado en la gestión y el trato de Personas #talento #innovación»]
Construye el motor más poderoso; déjalo sin el nivel adecuado de lubricante de alta calidad y se gripará. Los ingenios humanos necesitan combustible de alto octanaje y contra más desarrollados están, mejor combustible precisan.
Las Personas para desarrollar su valía y conseguir un máximo rendimiento necesitan encontrar respuestas adecuadas a las siguientes cuestiones: ¿Para qué trabajo?; ¿Cómo trabajamos?; ¿Para quién trabajamos? Y ¿De qué modo trabajo?. Si las respuestas son positivas y contienen un alto valor añadido, el rendimiento crece sustancialmente. Si por el contrario las respuestas son mediocres o simplemente vulgares, lo que asciende es el nivel de Desperdicio Energético.
Sorprende que personas tan inteligentes valoren tan poco lo intangible, simplemente porque se les escapa a su control, porque es etéreo. ¡Pero lo etéreo también existe y tiene un extraordinario valor!
Juzguen ustedes mismos.
Escribe: Julián Gutiérrez Conde, escritor,Corporate trainer.
Inspiring emerging minds. Mediation&conflicts resolution.Speaker.
CEO Bufete Internacional Mediacion
