Noticia publicada por El referente, media partner de Community of Insurance
- El Referente entrevista a Óscar Paz, Director de Insurtech Community Hub, un espacio de innovación que impulsa la modernización del seguro.
El año 2022 cerrará con más de 320 startups del mundo de los seguros operando en España. Es una de las conclusiones que arroja el Mapa del Ecosistema Insurtech 2022 que publicó El Referente a comienzos del mes de noviembre en colaboración con Santalucía Impulsa. Esta cifra evidencia la etapa de maduración y consolidación de las propuestas innovadoras y tecnológicas en el mundo de las aseguradoras.
Pero son muchos y diversos los factores que han llevado a las aseguradoras y al sector en general a abrazar e impulsar el desarrollo de las insurtech. Para analizarlo, hemos hablado con Óscar Paz, Director General de Insurtech Community Hub, un espacio de innovación que promueve e impulsa la transformación digital del seguro.
¿Cómo ve el sector insurtech a nivel de madurez?
Podemos decir que el sector insurtech lleva más de una década madurando, y en especial desde 2015 cuando la inversión comenzó a despegar, siendo el año 2021 excepcionalmente bueno con un pico de inversión de más de 10.000 millones de dólares a nivel mundial. Si bien es cierto que durante 2022, el ritmo de las inversiones en startups ha bajado en general, los últimos datos apuntan a que 2022 va a ser el segundo mejor año a nivel de volumen de inversión en la historia del insurtech, lo cual dentro del contexto actual no está nada mal.
En todo caso, más allá de los números, sí se percibe que estamos en un momento donde podríamos decir que el sector Insurtech ha llegado al final de una primera ola de innovación, donde ha habido una explosión de nuevos emprendimientos, y ahora nos encontramos en otra fase en la que todo se está volviendo más selectivo, tanto a la hora de emprender como de invertir. Por ejemplo, en 2021 los unicornios insurtech, que representan sólo 10% de total, recibieron el 75% de las inversiones, y en cambio las startups insurtech en estadios más iniciales, que representan 45% del total, solo recibieron el 2% de la inversión.
A nivel más cualitativo estamos viendo un avance en la madurez del sector insurtech a medida que perfiles senior con larga experiencia en el sector asegurador, bien sea provenientes de aseguradoras, corredurías o consultoras especializadas, se están incorporando a proyectos e iniciativas en todo tipo de roles, bien como emprendedores, inversores, advisors, etc… Además en estos dos o tres últimos años especialmente, estamos viendo también un creciente aumento de los ecosistemas insurtech que están surgiendo en diferentes países alrededor de todo el mundo y que suponen un gran apoyo para los emprendimientos locales. Por ejemplo, en nuestro caso, desde Insurtech Community Hub, tenemos alianzas con laAsociación Insurtech México, InsurteChile o Insurtech Hub Munich, de forma que este tipo de alianzas entre hubs supone una aceleración añadida y que permite apoyar a las insurtech en su crecimiento a través de la internacionalización.
¿Cómo ha cambiado el enfoque dentro del sector?
Se está madurando en los enfoques que se adoptan desde los emprendimientos insurtech. En los inicios, muchos de los discursos adoptaban una posición disruptora que tenía como objetivo desplazar a los incumbentes (players tradicionales), y sin embargo ahora este discurso está cambiando para muchas insurtechs, que se acercan hacia modelos de colaboración, donde sus propuestas pasan por ayudar a los incumbentes en la digitalización de las diferentes partes de la cadena de valor, tanto a aseguradoras como a corredurías conscientes, cada vez más, de todo lo que el mundo digital les puede aportar. En este sentido, hay una frase que suelo pronunciar y que creo que refleja muy bien esta simbiosis: “Innovación con tradición, no es una contradicción”.
¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta el sector en el actual escenario?
Como en cualquier otro sector en el actual escenario global, al reto añadido de priorizar la rentabilidad al crecimiento, el sector insurtech suma sus propios retos. Por ejemplo:
- La baja la interconectividad que ofrecen en general las aseguradoras y que supone una barrera para que muchas insurtech puedan colaborar de forma eficiente con ellas. En este sentido es necesario una mayor apuesta por parte de las aseguradoras por la apificación. Un claro ejemplo de buena práctica en este sentido es la aseguradora digital Wakam, nueva marca adoptada por la aseguradora La Parisienne Assurances, fundada en 1829 que opera en 32 países europeos, entre ellos España, y proporciona productos de seguros a medida e integrados en marca blanca a través de APIs.
- Los altos costes de adquisición que supone atraer a los clientes para las insurtech con modelos B2C (con productos orientados a cliente final). De hecho, gran parte de la inversión se va a campañas de marketing, y aunque esto no es nuevo, sí que es cierto que en un momento como el actual, donde el recorte de gastos está a la orden del día, muchas se enfrentan al reto de tener que pivotar hacia modelos B2B o B2BC y ofrecer sus soluciones tanto a aseguradoras como con corredurías, que ya tienen los clientes pero que necesitan de una mejor experiencia digital y eficiencia en sus procesos.
- Seguir fomentando el espíritu de colaboración entre los profesionales de las re/aseguradoras y de la mediación, y las iniciativas insurtech, y que suponen una oportunidad para ambos. Este es el objetivo principal que buscamos en Insurtech Community Hub, mediante la creación de un ecosistema lo más diverso posible a nivel iberoamericano y su dinamización constante.
- El desarrollo de soluciones aseguradoras alineadas con las grandes preocupaciones de la humanidad: cambio climático, ciberriesgos, inestabilidad geopolítica o crisis sanitarias. La colaboración entre players tradicionales y nuevas iniciativas insurtech es más necesaria que nunca.
¿Cuáles son los avances tecnológicos que más están ayudando a desarrollar el sector? ¿En cuáles se está invirtiendo más?
Las insurtech relacionadas con la distribución han captado en Europa el 57% de la inversión realizada durante 2021 por lo que todo aquellas tecnologías y modelos que se mueven en ámbito de la distribución representan uno de los focos principales por donde avanza el insurtech:
- Seguro embebidos que permiten integrar la experiencia del seguro en otros ecosistema o entornos digitales como, por ejemplo, las plataformas de ecommerce, en plena expansión debido al cambio en los hábitos de compra y consumo. En esta línea tenemos, por ejemplo, a las insurtechs Weecover o Cober.io
- Asistentes Virtuales que permiten a distribuidores prestar un mejor asesoramiento, ayudándoles a identificar las diferencias entre las distintas ofertas al instante. Este es el caso de Minalea.
- Soluciones de inteligencia artificial que previenen la fuga de clientes y aumentan la venta cruzada, y que permite a los distribuidores optimizar la gestión de clientes y liberar tiempo de agenda. Como es el caso de Foliume.
- Mejora en los procesos de suscripción gracias al uso de datos abiertos u “Open Data”, permitiendo mejorar la calidad de los datos de los que dispone la aseguradora o el distribuidor, además de enriquecerlos con nuevos indicadores. Aquí un claro ejemplo lo tenemos en Wenalyze.
Además, las aseguradoras son muy conscientes de que cerca del 30% – 40% del tiempo lo dedican a tareas administrativas, por lo que una de las prioridades del sector es eficientar y automatizar los procesos ya existentes. En este sentido, tecnologías como los RPAs y la Inteligencia Artificial están ya permitiendo:
- La autoevaluación de riesgos por parte de los propios asegurados permitiendo automatizar los procesos de inspección, revisión y renovación de riesgos, e incluso ayudando a combatir el fraude. Como por ejemplo es el caso de Aira System.
- La valoración mediante Inteligencia Visual de los daños, costes de reparación o sustitución de las piezas y mano de obra, de forma remota desde el smartphone del usuario. Aquí un claro ejemplo es Bdeo.
- Bots que automatizan solicitudes de principio a fin, como por ejemplo: solicitud de documentos, seguimiento del expediente/reembolso, concertación/cambio de cita, declaración de siniestro. En este sentido tenemos el caso de Zaion.
- Identificación de forma temprana reclamaciones potencialmente fraudulentas, ahorrando no sólo el coste de la reclamación, sino los costes de los trámites iniciales. Aquí podemos citar el caso de FRISS.
¿Qué nuevas líneas de negocio permite la digitalización del sector?
El sector asegurador existe en la medida que protege a algo o a alguien, y si los hábitos de las personas están cambiando y otros sectores están también en pleno proceso de transformación, la forma de protegerlos también necesita transformarse.
En este contexto de transformación se abren un gran abanico de nuevas oportunidades para el insurtech, empezando por nuevos modelos de distribución de soluciones aseguradoras. Por ejemplo, el auge del seguro embebido es manifiesto en la medida que permite incorporar la experiencia del seguro en otros ecosistemas o entornos digitales, como por ejemplo las plataformas de ecommerce, en plena expansión debido al cambio en los hábitos de compra y consumo.
También se están creando nuevos seguros y/o coberturas para proteger nuevos servicios y/o productos (físicos y/o digitales). A medida que se desarrolla la economía digital, surgen también nuevos riesgos de los que se necesita ser protegido. Es el caso del riesgo de ser atropellado por una bicicleta o un patinete compartido, el de ser ciber atacado mientras teletrabajamos, o incluso la necesidad de proteger nuestra últimas voluntades mediante coberturas relacionadas con nuestra vida e identidad digital. En este último caso podemos citar casos como el de Tuilli, un seguro de decesos inteligente
Por último, también están surgiendo nuevos modelos de prevención y mitigación de riesgos. En un mundo cada vez más sensorizado y cuantificado es cuestión de tiempo el que muchos de los siniestros puedan ser detectados con antelación y podamos evitarlos. En este sentido hablamos ya de fabricantes de vehículos como TESLA, que está incorporando su propia solución aseguradora ligada a la propia telemática del vehículo. También existen cada vez más iniciativas insurtech que monitorizan el estilo de vida (mediante wearables, por ejemplo) y premian o incentivan comportamientos saludables (pasos diarios, horas dormidas, etc…), como es el caso de Vitaance. Otro ejemplo son los sensores de detección de fugas de agua, como LeakBot, que ya tiene en marcha proyectos con varias aseguradoras y que puede llegar a reducir hasta en un 70% los daños por agua en los hogares.
Al hilo de la creciente cuantificación y sensorización tenemos también los seguros paramétricos, que son aquellos que mejoran la comprensión del seguro en el momento de la contratación, ya que su condicionado se basa en unos pocos parámetros. Por ejemplo, la insurtech Blink Parametric está especializada en seguros de viaje (ante retrasos, cancelaciones o perdidas de conexiones en los vuelos) y en caso de producirse alguno de estos eventos es capaz de ofrecer automática e instantáneamente indemnizaciones o servicios alternativos (como reservas de hotel). Además, los seguros paramétricos son totalmente compatibles con tecnologías como Blockchain y en concreto los Smart Contracts, que permiten automatizar y objetivar aún más todo el proceso.
¿Y cómo se está adaptando el usuario a estos nuevos modelos de negocio?
Hay que partir de la base de que el seguro, por su propia naturaleza, no está presente de forma frecuente en la vida de las personas. De hecho, el que suceda un siniestro es algo excepcional. Además, también es cierto que, debido a la complejidad que encierran en muchos casos, a mucha gente le resulta complicado entender los condicionados de las pólizas – lo que le cubre o no el seguro – e incluso tienen cierta desconfianza sobre si en el momento del siniestro este estará realmente cubierto o no.
En este contexto, no siempre es sencillo atraer a los usuarios hacia los nuevos modelos de negocio insurtech, ya que muchas veces piensan que es “más de lo mismo”. Sin embargo, poco a poco van surtiendo efecto algunos de los nuevos modelos de negocio que proponen las insurtech y que se basan precisamente en simplificar y mejorar la experiencia del usuario con propuestas de premiar el comportamiento responsable del usuario. Por ejemplo en seguros de vida, con incentivos cuanto más pasos camina; o bien en seguros de movilidad, cuanto más segura y sostenible es su conducción. Así el usuario percibe a la aseguradora de una forma más frecuente en su vida y a la vez ligada a momentos positivos, no sólo traumáticos como puede ser un siniestro.
Además existen otras propuestas insurtech más sencillas, pero que los usuarios están empezando a valorar cada vez más y que son diferenciadoras respecto a propuestas más tradicionales. Es el caso del pago mensualizado de la prima del seguro, la ayuda en la gestión de la cancelación con la antigua aseguradora o, simplemente, la inmediatez con la que se puede contratar una póliza en minutos que antes podía llevar días.
Estos nuevos modelos requieren una digitalización de la comunicación. ¿Sientes que los usuarios tienen recelo de mantener una comunicación más “digital” con sus aseguradoras?
Tendemos a pensar que la “digitalización” es sinónimo de “deshumanización”, pero no necesariamente tiene porqué ser así. Muchas veces es todo lo contrario, ya que la tecnología nos permite conectar con otras personas cuando nos encontramos físicamente aislados o lejos de aquellos que necesitamos. En el caso del seguro, hay que pensar que, además del momento de la contratación del seguro, está el “gran momento de la verdad”, en el que se produce una contingencia/siniestro de forma inesperada. Aquí la tecnología puede ser de gran ayuda para resolver la situación de una forma más ágil y eficaz.
Por otro lado, hemos visto que en modelos como el de la videoperitación, la teleconsulta o la mensajería instantánea están siendo bien recibidos por los usuarios. Las personas entienden que vivimos en un mundo cada vez más híbrido, donde la intervención humana y la digital se combinan para dar el mejor servicio posible.