La crisis de la COVID-19 ha acelerado la transformación digital del seguro, situando claramente al cliente en el centro. Las palancas del cambio han sido, de una parte, la transformación digital en si misma, es decir, la utilización de las tecnologías digitales para acelerar el cambio en las organizaciones y, de otra parte, una atención más individualizada de las personas, es decir la salud importa, y su modo de tratarla también.
Hace unos días publicamos en el Magazine de COI, que la inversión en insurtechs ha superado los 7 mil millones de dólares, lo cual es un dato muy positivo, sin embargo, hay que tener en cuenta que tan solo el 8% de esta inversión viene de las aseguradoras. Como describe el informe Insurtech Revolution, hay otros actores como los gigantes tecnológicos, las firmas de venture capital o empresas de otros sectores principalmente de telecomunicaciones.
La financiación total para la salud digital alcanzó un máximo histórico de $26,5 mil millones
Por otro lado, en 2020 las empresas de salud digital vivieron un año como ningún otro. Impulsada por la pandemia COVID-19, la financiación aumentó en un notable 72% desde un récord en 2018, que asciende a $14 mil millones invertidos en 440 acuerdos. La financiación total para la salud digital alcanzó un máximo histórico de $26,5 mil millones, y en especial, a telemedicina por sí sola alcanzó el récord de financiación con $4,3 mil millones en 2020. En 2021 seguimos con un crecimiento imparable, que puede lograr otro récord histórico.
Si tenemos en consideración estos dos aspectos, crecimiento tecnológico y salud digital, nos encontramos en un escenario completamente diferente al de antes de entrar en la crisis de la COVID-19. Es el camino, y a la vez la solución hacia una mayor proximidad al paciente, hacia la sostenibilidad y hacia conseguir un sistema mucho más eficaz desde todos los puntos de vista, desde el paciente, los servicios sanitarios, y el entorno familiar.
Las tendencias digitales de salud giran entorno a la telemedicina, la monitorización de los pacientes crónicos a distancia, la inter-operatividad, datos compartidos y codificados entre los hospitales y sistemas sanitarios, el uso de la inteligencia artificial para agilizar los procesos y la atención en el punto de cuidado, con objeto de tratar al paciente y diagnosticarlo donde se encuentre, y a distancia.
Un reciente artículo de McKinsey de julio 2021, titulado “Telesalud: ¿Una realidad de un cuarto de billón de dólares después del COVID-19?”, comenta que “la fuerte aceptación continua, la percepción favorable del consumidor y la inversión tangible en este espacio están contribuyendo al crecimiento continuo de la telesalud en 2021. Un nuevo análisis indica que el uso de la telesalud ha aumentado 38 veces desde la línea de base anterior a COVID-19.”
«Vamos hacia un paciente empoderado, informado y con acceso a la información y de otra parte, hay un reto significativo por delante que es el conseguir convencer a todo el sistema sanitario de la utilización de las tecnologías digitales»
En definitiva, vamos hacia un paciente empoderado, informado y con acceso a la información, y de otra parte, hay un reto significativo por delante que es el conseguir convencer a todo el sistema sanitario de la utilización de las tecnologías digitales.
Conscientes de ello, desde Barcelona Health Hub impulsamos el estudio sobre la consulta de salud virtual – telemedicina, y sus beneficios para el sistema sanitario, un estudio realizado por Esade Creapolis y el Institute For Health Management de Esade, con Community of Insurance como aliado estratégico. #YoPacienteDigital
Las conclusiones principales del estudio han sido:
1.- La atención sanitaria no presencial ha sido clave para evitar la propagación de la COVID-19.
2.- La COVID-19 ha multiplicado por cinco las visitas telemáticas en centros de atención primaria.
3.- Durante la gestión de la crisis sanitaria, las tecnologías digitales han demostrado su utilidad tanto para atender a casos relacionados con la COVID-19 como para hacer seguimiento del resto de pacientes sin exponerlos al contagio.
4.- La elevada necesidad de frenar la pandemia ha superado las restricciones del marco regulatorio y ha provocado un cambio de actitudes de profesionales y pacientes frente a la telemedicina.
5.- El impulso de la regulación de la normativa nacional de la telemedicina daría mayor cabida y aceptación de sus servicios entre sus usuarios, abordando cuestiones como el reconocimiento y contabilización del acto clínico, la acreditación de la identidad profesional-paciente, la responsabilidad y la privacidad y la integridad y protección de los datos.
Asimismo, el informe define una serie de propuestas para la consolidación consulta médica virtual post-pandemia, sobre dos ejes necesarios: un eje regulatorio, con la involucración de las diferentes autoridades sanitarias para la realización de la integración, cambios y modificaciones en la regulación actual, que amplíe el horizonte y elimine barreras actualmente existentes para poder realizar una implantación efectiva de la misma, y el impulso de la regulación de la normativa nacional de la telemedicina daría mayor cabida y aceptación de sus servicios entre sus usuarios, abordando cuestiones como el reconocimiento y contabilización del acto clínico, la acreditación de la identidad profesional-paciente, la responsabilidad y la privacidad y la integridad y protección de los datos.
Un eje organizativo, mediante el cual se haga partícipe a las organizaciones de salud, a la sociedad y a todos sus actores, de la nueva modalidad asistencial, así como los beneficios que supone la misma, con la adopción de los sistemas de información asistenciales para el registro de los actos médicos no presenciales, y la promoción de acuerdos entre financiadores y proveedores asistenciales para costear, adecuadamente, dicha actividad y formar a los profesionales en el uso de este tipo de consultas.
«Destacar algunos aspectos clave por resolver, como el desarrollo de herramientas y aplicaciones que aseguren la confidencialidad de los datos y que cumplan con los requisitos exigidos por el Reglamento de Protección de Datos»
Por último, destacar algunos aspectos clave por resolver, como el desarrollo de herramientas y aplicaciones que aseguren la confidencialidad de los datos y que cumplan con los requisitos exigidos por el Reglamento de Protección de Datos, que permita la autentificación del personal sanitario y del paciente con un sistema robusto, fácil y accesible, la encriptación punto a punto de la información, el registro en la historia clínica, así como su acceso por parte del profesional sanitario.
El referido informe ha sido apoyado por una gran parte del sector asegurador, Allianz, Asisa, Axa, DKV, Fiatc, Generali, Globalfinanz, Grupo Catalana Occidente, Mapfre, Sham, Sanitas, Zurich, diversos hospitales e instituciones sanitarias, colegios profesionales y gran parte del ecosistema de startups.
Como dato interesante, destacar que solo con el uso de la telemedicina en EEUU, se estima que se podrían virtualizar hasta $250 mil millones del gasto total actual en atención médica Si bien este cambio no es inevitable, requerirá mejoras en el intercambio de información y un acceso e integración más amplios de la tecnología.
Por último, destacar los acuerdos que se están llevando a cabo por algunas compañías del sector asegurador, con startups y compañías tecnológicas como Microsoft, Google, Fitbit, Orange, Vitality, Mediktor, etc. con objeto de impulsar hábitos saludables para conseguir los beneficios que comporta, a todos aquellos que los practican.