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Escribe: Carlos Biurrun
El pasado viernes se inauguró el Mundial de Fútbol en Sudáfrica, un país joven, intercultural, que ha superado una de las mayores atrocidades de la historia reciente, el apartheid. El Presidente Nelson Mandela no estuvo en el acto inicial porque su biznieta, de 13 años, murió en un accidente de circulación cuando regresaba de un concierto.
El primer gol del partido inaugural lo metió Sudáfrica y muchos que estaban en el estadio recordaron la gesta que en 1995 hicieron los componentes de los Springboks, al ganar la copa del Mundial de naciones y que John Carlin supo contar en un libro magnífico, “El factor humano” y que Clint Eastwood supo convertir en un apasionante y entretenido filme, “Invictus”.