
Escribe: Rafael Velázquez Goya / Presidente de ANACOSE (Asociación Navarra de Corredores de Seguros.
Llevaba unos días dándole vueltas a alguna reflexión veraniega que sirviera post para este blog que no descansa ni en Agosto.
Ayer tarde en la piscina lo tuve claro. Pegar la oreja a la conversación del vecino no es muy correcto que digamos; pero cuando realmente se la “pegan” a uno, y además escucha la palabra “seguro”, la deformación profesional aflora y ya no hay escapatoria.
Al parecer la vecina de toalla había sufrido en carnes de un hijo, la mordedura de un can (nada grave afortunadamente, lo que me trajo a la memoria uno de los recuerdos más duros de mi vida profesional cuando me tocó indemnizar a una destrozada madre la muerte de un chaval por las mordeduras de un perro, hace casi veinte años…).