(En 1981 pasé 15 días de mis vacaciones en la central de la Swiss Re en Zurich para preparar un trabajo sobre la responsabilidad civil drivada del transporte de materias peligrosas. También tuve tiempo para hacer turismo por las tardes y los dos fines de semana. Una persona que me ayudó y fue un auténtico coach – ahora se dice así – fue Charles Gerstch, auténtico profesional y generoso compartiendo sus conocimientos. Recuerdo que un día, estando en su despacho me dio una lección sobre la técnica de tarificación para nuevos riesgos; se trataba de cotizar de accidentes para unas personas que practicaban el deporte de riesgo de «alas delta» que entonces comenzaba a emerger. Si no tienes series estadísticas – le pregunté – ¿de dónde obtienes una prima de riesgo suficiente? Charles me enseñó unos recortes de periódico de varios países que hablaban de accidentes ocurridos en la práctica de alas delta – eran datos escasos recopilados con paciencia – y me dijo: es cierto que la serie estadistica de la que partimos es a todas luces insuficiente pero cuando surgen nuevos riesgos hay que probar con prudencia y después corregir. Si no lo hiciéramos así todavía estaríamos asegurando carros de caballos y no automóviles, aviones o satélites. El artículo de Fernando bucea en la idea de aquel innovador asegurador y mejor persona que se llama Charles Gerstch. Confío que mis amigos de Swiss Re que siguen mi blog puedan informarle de mi reconocimiento).
Escribe: Fernando Álvarez Díaz de Cerio
El arte de la profecía es muy difícil… especialmente con respecto al futuro.
Esto que afirmó Mark Twain lo podemos aplicar igualmente a la previsión de ventas de un nuevo producto cuando se trata de un producto realmente innovador.
Uno de los retos más importantes de las empresas hoy en día, es la necesidad de trabajar en el presente y en el futuro de la organización al mismo tiempo. Las empresas tienen que reorganizarse para competir con más efectividad hoy, al mismo tiempo que tienen que innovar para crear nuevos negocios que les generen clientes en el mañana.
Pero la mente humana tiende a rechazar una idea radical innovadora, porque no se puede conectar con la realidad presente.